Arabia Saudita condena a muerte a un poeta acusado de renunciar al Islam

    • Un tribunal islámico ordenó la ejecución de Ashraf Fayadh, endureciendo la condena de 4 años de cárcel y 800 latigazos que ya pesaba sobre él.
    • Activistas de Derechos Humanos han denunciado gravísimas irregularidades en el proceso, en el que se le privó de abogado defensor.
Los activistas por los derechos humanos piden la liberación de Ashraf Fayadh
Los activistas por los derechos humanos piden la liberación de Ashraf Fayadh

Un tribunal de Arabia Saudita ha condenado a muerte a un poeta palestino de 35 años que renunció a la fe islámica. Ashraf Fayadah dispone de 30 días para apelar la sentencia, pero ha informado de que no dispone de representación legal.

El poeta fue condenado en un primer proceso acontecido en mayo a cuatro años de prisión y 800 latigazos por un tribunal de Abha, ciudad de 200.000 habitantes situada en la costa sudeste de la península arábiga.

Cuando presentó su apelación, no sólo fue rechazada sino que el tribunal elevó la condena a la pena de muerte.

El poeta declaró al diario británico The Guardian que "estaba sorprendido aunque realmente lo esperaba, aunque no hice nada que mereciera la muerte".Maldiciendo a Alá e insultando al Profeta

Desde Kuwait, Mona Kareem, una activista que defiende los derechos humanos de los inmigrantes y que ha liderado una campaña en favor de Ashraf Fayadh,ha denunciado las irregularidades del proceso, en el que no tuvo un abogado porque su carné de identidad fue confiscado en el momento de su arresto, en enero de 2014. Le volvieron a juzgar, pero el nuevo juez ni siquiera habló con él, tan sólo dictó el veredicto.

La policía religiosa de Arabia Saudita detuvo a Fayadh en agosto de 2013 porque supuestamente estaba maldiciendo a Alá e insultando al profeta Mahoma. También le acusaron de promover el ateísmo a través de sus poemas.

Fayadh está seguro de que la acusación provino de otro artista, con el que había discutido sobre arte contemporáneo en un café de la ciudad.

Fue puesto en libertad al día siguiente de ser detenido. Pero meses después, el 1 de enero de 2014, fue detenido de nuevo y permaneció en comisaría durante 27 días, en el que le fue confiscada su identificación personal. La policía trató de demostrar que su poesía promovía el ateísmo, y cuando no lo consiguieron, le acusaron de fumar y tener el pelo largo.

En el primer juicio, dos policías testificaron contra Fayadh asegurando que había blasfemado delante de otras personas, y que promovía el ateísmo entre los jóvenes. El poeta rechazó todas las acusaciones y declaró ser un musulmán fiel. "Me acusan de difundir ideas perniciosas en la sociedad, pero en el libro al que aluden sólo habla de temas filosóficos y culturales, además de mi experiencia como refugiado palestino".

En sus poemas, Fayahd dice cosas como esta, tomada de la primera parte de su libro "Asilo": (traducción de la página Literatura Arábiga).

Asilo: estar en una cola.

Recibir un trozo de pan.

Permanecer de pie: algo que tu abuelo solía hacer... sin saber por qué.

¿El mordisco? Tú.

La patria: una tarjeta para guardar en tu cartera.

Dinero: papeles con las imágenes de los lideres.

La Foto: tu sustitución, a la espera de tu regreso.

Y el regreso: una criatura mitológica… de los cuentos de tu abuela.

Final de la primera lección.

Gente que apoya a Fayadh creen que realmente ha sido castigado no por haber renunciado al Islam sino por haber publicado en internet un vídeo en el que se ve cómo la policía religiosa azota a un hombre en público. "Algunos ciudadanos saudíes piensan que se trata de una venganza de la policía religiosa", afirma Kareem. También cree que ha pesado en contra de este poeta el hecho de ser un refugiado palestino, aunque él había nacido en Arabia Saudí.Otros casos

La condena a este poeta se añade a otras que han despertado críticas en el mundo entero, como la emitida contra el bloguero Raif Badawi, que fue sentenciado a 10 años de prisión y a recibir mil latigazos por presuntamente insultar al Islam.

Por otro lado, el septiembre pasado Arabia Saudí condenó al joven de 20 años Ali Mohammed Al-Nimr a ser decapitado y crucificado. Ali fue detenido cuando sólo tenía 17 años por participar en protestas contra el gobierno, durante las revueltas que siguieron a la primavera árabe.

Según Amnistía Internacional, Arabia es uno de los países que más practican la condena a muerte, sólo superado por Irán y China.

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