Dos años después de los JJOO de Invierno…¿qué ha pasado en Sochi?

  • Lentamente Sochi, encuentra su público y su modelo de negocio: los eventos deportivos.

    Putin invirtió unos 37.000 millones de euros en convertir este envejecido centro de retiro de los zares en un moderno resort.

Dos años después de los JJOO Olímpicos de Invierno…¿qué ha pasado en Sochi?
Dos años después de los JJOO Olímpicos de Invierno…¿qué ha pasado en Sochi?

Abandonada, vacía, sin apenas gente… así está el Complejo Olímpico construido para albergar la competición olímpica de invierno en el año 2014 en la ciudad rusa de Sochi. No se escucha otro comentario: “no hay gente”, “estamos solos”, “todo esto lo construyeron solo para los juegos y ahora qué…” Estas palabras las repiten los compañeros con los que me encuentro cubriendo los II Juegos Mundiales de Compatriotas Rusos que se celebran en la ciudad hasta el 29 de abril.

También lo veo, pero no hay una sola Sochi. Es un reto para cualquier ciudad que auspicie una Competición Olímpica o Exposición Universal resolver el dilema al que se enfrenta cuando finaliza el evento, tras desembolsar ingentes cantidades de dinero. Ocurrió algo similar en Grecia con las instalaciones de los JJOO olímpicos, más de una década después de su construcción, no hay dinero para el caro mantenimiento de los escenarios, ni tampoco compradores interesados en adquirirlos. En el caso de Sochi, hay interés por convertir a este enclave del Mar Negro en un referente del Cáucaso.

Sochi, ¿la ciudad fantasma?

El gran abandono al que se refieren es el de las villas Deportivas (mini ciudades que se construyeron específicamente para alojar a todos los deportistas de todas las disciplinas y en las que ya no reside nadie), así como los complejos hoteleros que se levantaron para acoger a todos los turistas durante los diez días que duraron los juegos (del 7 al 16 de febrero de 2014). Yo me encuentro en uno de ellos. Y aparte del grupo de 20 periodistas de distintas partes del mundo (Bielorrusia, Ucrania, Kazajistán, Uzbekistán, Moldovia, Bulgaria, Rusia, China) con el que viajo, me atrevería a decir que casi estamos solos.

El complejo está compuesto por 16 edificios con distintas funciones: dormitorio, comedor, una clínica, un centro de fitness, restaurante, tiendas, recepción… Todos iguales: bloques de cuatro pisos con fachadas de color crema o color ladrillo que se levantan a ambos lados de una vía que comunican toda la zona de residencial. Nada sobresale. Todo es igual.

Para acceder, es necesario pasar un control de detención de metales y enseñar la acreditación ( o reserva del hotel) al vigilante y por su puesto, hay cámaras vigilando todos los movimientos en el interior de la villa.

Es temporada baja en Sochi y quizás esa circunstancia explique la desolación del lugar. Me dicen que a partir del viernes, que arranca el Gran Premio de Formula 1 de Rusia, se llenará. “Las habitaciones multiplican su precio por cinco para este fin de semana”, me cuentan.Roza Jútor, la gran apuesta de Putin 

Desde que finalizaron los JJOO Olímpicos de 2014, Sochi intenta convertirse en un centro vacacional de referencia y un destino para practicar deporte en instalaciones de élite así como eventos deportivos en instalaciones olímpicas.

Visito el Centro de Esquí Roza Jútor, ubicado a 90 kilómetros de Sochi. Pese a que la temporada de esquí se acerca a su fin, aquí todavía hay esquiadores que acuden a las pistas. La estación puede presumir de sus impactantes vistas con el Monte Elbrus hacia el oeste y el Mar negro hacia este. Con motivo de los JJOO se construyeron pistas, se han inaugurado hoteles de lujo, tiendas y restaurantes…todos ellos animan una estación construida solo para los Juegos y que se ha convertido en una referencia para los amantes de los deportes de montaña.

Dos años después de los Juegos Olímpicos de invierno, la ciudad de Sochi ya no es ese fantasma en el que no vive nadie. Poco a poco encuentra su público y su modelo de negocio: los eventos deportivos. Al los II Juegos Mundiales de Compatriotas Rusos y la Fórmula 1 que se celebra este año, hay que añadir los campeonatos de Bobsleigh y Skeleton en 2017 y el Mundial de Fútbol de 2018, en el que Sochi será una de las sedes de la competición.

Putin revolucionó la ciudad de Sochi. Situó a este antiguo retiro de los zares en el mapa. Invirtió unos 37.000 millones de euros en convertir el envejecido y soleado centro turístico en un moderno resort, superando los 40.000 millones de dólares de los JJ.OO. de Pekín, y triplicando el costo de Londres 2012. Todo ello enturbiado por la corrupción y explotación de trabajadores. Putin ha superado los sombríos años que siguieron al colapso de la Unión Soviética, pero su asignatura pendiente siguen siendo los derechos humanos.

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