El último terrorista suicida que atacó un puesto de control sirio era... estadounidense

    • Se le conoce por su nombre árabe, Abu Hurayra al Amriki, y podría llevar en Siria más de un año y medio en una milicia rebelde siria.
    • Barack Obama cree que los pequeños grupos rebeldes islamistas son la principal "amenaza directa" de EEUU, tanto en el país como en el extranjero. 

No es el primer norteamericano que muere en Siria durante la guerra, aunque sí es la primera vez que uno se ve involucrado en un ataque suicida. Aunque todavía no se ha confirmado su identidad, en uno de los ataques que llegó a cabo el rebelde Frente al Nusra este domingo en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, participó un ciudadano norteamericano.

Así lo recoge ‘The New York Times’ tras haberlo confirmado con altos cargos del país que han preferido mantenerse bajo el anonimato. Según la fuente consultada, que se ha negado a identificar al ciudadano o a dar cualquier información sobre él, el estadounidense fue uno de los suicidas del ataque del domingo.

La cadena norteamericana ‘NBC News’ también ha podido confirmarque se trata de un ciudadano norteamericano. Aunque nadie ha podido corroborar nada más hasta el momento, activistas sirios y ‘yihadistas’ han informado a través de las redes sociales de que el estadounidense se hacía llamar Abu Huraira al Amriki, y que fue el que perpetró el ataque de Idlib del domingo pasado.

También en las redes ha circulado una foto que los ‘yihadistas’ indican que es del suicida, en la que sale un hombre con una amplia sonrisa y una incipiente barba rubia con un gato en su pecho.

El Frente al Nusra ha hecho circular un vídeo en el que muestran cómo llevaron a cabo sus terroristas el ataque del domingo. En primer lugar se muestra cómo varios rebeldes cargan lo que parece ser un camión blindado con varios explosivos que echa a andar por una pista, con una bandera del grupo rebelde en la parte trasera del vehículo. Poco después, se puede ver la explosión.

Un activista antigubernamental de Siria, que vive cerca de donde tuvo lugar el ataque, ha confirmado a ‘The New York Times’ que la explosión tuvo lugar y que había visto a un estadounidense antes de que éste ocurriera, pero que no habló con él y no sabía de dónde procedía exactamente. “Sé que era norteamericano, tenía pasaporte de Estados Unidos y estaba en el Frente al Nusra”, añadió.

Un agente estadounidense ha confirmado a CNN que el terrorista tiene, efectivamente, una conexión con Estados Unidos, pero no ha sabido confirmar si se trata de un ciudadano estadounidense o de un residente. La identidad del suicida no se podrá confirmar hasta que se recuperen y se examinen los restos de su cadáver, algo que estiman bastante complicado, dada la potencia de la explosión.

Los rebeldes de Al Nusra sostienen que el vídeo es del domingo y que muestra cómo los combatiente preparan y ultiman un ataque contra un puesto de control del Ejército sirio en Al Arbain, cerca de la ciudad de Ariha en la provincia de Idlib, donde se cree que pasa una importante carretera de suministro a los rebeldes.

Según los propios terroristas, el ataque se llevó a cabo con cuatro vehículos, aunque en el vídeo se muestra sólo uno, el que detonó el estadounidense, que se trataba del más grande: con 17 toneladas de explosivos, incluyendo obuses.

El ataque de Abu Hurayra le ha convertido en un auténtico mártir en la guerra civil siria. Abu Suleiman al Muhajer, un miembro de Al Qaeda en Siria, la organización paraguas del frente de Al Nusra, le dedicaba unas palabras en su cuenta de Twitter: “Abu Hurayra al Amriki llevó a cabo una operación suicida Idlib, en Jaal Al Arbain. Que Alá lo acepte”.

Abu Hurayra Al-Amriki Performed a martydom operation in Idlib, Jabal Al-Arba'een. May Allah accept him pic.twitter.com/MeewywKqDD— أبو سليمان المهاجر (@abusulayman321) May 27, 2014

En respuesta al comentariop de Al Muhajer, otro usuario de Twitter escribía: “Gracias, América, por darnos a uno de tus hijos”.

El nombre que utilizaba, Abu Hurayra, dice bastante poco sobre su identidad: Abu Hurayra era un compañero de Mahoma y narrador de ‘hadices’, los dichos que representan los hechos y acciones del profeta. Las pequeñas milicias, principal amenaza de EEUU

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante el discurso que realizó este miércoles, indicó que en materia terrorista, la mayor amenaza directa a los intereses de Estados Unidos tanto dentro como en el extranjero eran los grupúsculos terroristas descentralizados pero vinculados a Al Qaeda, como recoge el diario 'The New York Times'.

El Frente al Nusra, las Brigadas de los Mártires de Siria, el Jaysh al Islam o las brigadas de Farouq, todos ellos son grupos rebeldes que intentan desde hace más de tres años combatir el régimen Al Assad. Aunque Obama se ha comprometido a replegar a sus tropas de Afganistán, donde hasta ahora se han mantenido en pie de guerra permanentemente, Obama ha hecho alusión a esta amenaza, mucho más difusa y menos concreta, que puede amenazar los intereses del país tanto en territorio estadounidense como en todo el mundo. Siria, Nigeria, Somalia, Yemen o Malí son algunos de los países donde se han desarrollado este tipo de grupos.

“Tenemos que desarrollar una estrategia que se dirija a esta difusa amenaza”, asegura Obama, pero debe ser una estrategia que “expanda nuestro alcance sin necesidad de enviar a las fuerzas militares” y que “no despierte resentimientos locales”.  “Necesitamos socios para luchar contra los terroristas junto a nosotros”.

Aunque en el discurso que pronunció en la Universidad de Defensa Nacional hace un año hablaba de una amenaza menor que podría ser tratada con “elegancia” y de forma “proporcional”, Obama ha cambiado el discurso para asegurar que el terrorismo es una amenaza a corto plazo, que puede tener repercusiones en “el futuro cercano” y que es la “amenaza más directa a los intereses de Estados Unidos, tanto en el país como en el extranjero”. Más de 5.000 milicias independientes en Siria

En los últimos tres años, se han formado más de 5.000 milicias islamistas independientes sólo en Siria. Algunas, como el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), están inspiradas en Al Qaeda pero se han desvinculado porque su objetivo es más local e, incluso, más despiadado. El ISIS, por ejemplo, puso en práctica castigos tan medievales como la decapitación o la crucifixión de apóstatas.

Otros han decidido optar por seguir la senda de las bandas criminales, como ‘Los firmantes de sangre’, liderados por Mojtar Bel Mojtar, contrabandista de tabaco y secuestrador profesional, en cuyas manos estuvieron retenidos tres cooperantes catalanes.

A pesar de que Obama se ha comprometido a luchar contra estas milicias, el interrogante se encuentra en cómo se hará. “Si estos grupos realmente están centrados en la agenda local, habrá que valorar si se cumple o no el umbral de acción”, reflexiona Frederic Wehrey, investigador de la fundación Carnegie para la Paz Internacional.

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“Si entramos en un país que se centra exclusivamente en la seguridad nacional, esto se convertirá en una profecía autocumplida y los grupos locales se volverán cada vez más antiamericanos”, asegura.

El grupo islamista Ahrar al Sham, el Movimiento Islámico de los Hombres Libres de Siria, uno de los más grandes que se han formado durante la insurgencia contra Al Assad, es un ejemplo perfecto para el desafío al que se enfrenta Occidente: su objetivo principal es derrocar a Al Assad y sustituirlo por un Gobierno islámico, pero no pretenden librar una ‘guerra santa’ global contra Occidente.

Sin embargo y al mismo tiempo, este grupo también colabora de forma cercana con el frente Al Nusra, filial de Al Qaeda, aunque sus objetivos últimos todavía están en pleno debate, ya que los propios combatientes están desarrollando una “ideología” común del grupo. Más de 70 norteamericanos combaten en Siria

James Clapper, director de la Agencia de Inteligencia estadounidense, situaba en 7.000 los ciudadanos de todo el mundo combatiendo en Siria. Sólo en Estados Unidos, las agencias antiterroristas estiman en 70 el número de ciudadanos que han conseguido viajar y que podrían estar librando la ‘yihad’ con alguno de los cientos de grupos rebeldes que luchan contra el presidente sirio.

No obstante, lo que más teme la Inteligencia es que estos 70 ciudadanos aprendan métodos terroristas que les puedan servir, más que para cometer atentados en territorio sirio, para hacerlo en Estados Unidos una vez regresen. Según explica el subdirector del FBI, Mark F. Giuliano, “el reciente flujo de combatientes en el país supone un serio desafío” ya que “podrían estar entrenándoles para planear y perpetrar ataques por todo el mundo”.

Washington sostiene que son muchos los grupos extremistas sirios, principalmente vinculados a Al Qaeda, que están intentando identificar y reclutar a estadounidenses y a otros occidentales para viajar a Siria y allí,entrenarles en las ‘artes’ del terrorismo.

Esta preocupación, explican desde las agencias de Inteligencia, se basa en toda la información que han ido recopilando sobre registros de pasajeros de vuelos, fuentes en el terreno, comunicaciones electrónicas interceptadas y publicaciones en medios de comunicación y redes sociales.

Por eso, el FBI, la CIA, el Centro Nacional de Antiterrorismo y el Departamento de Seguridad Nacional han creado un equipo especial de analistas para intentar evitar que los ‘yihadistas’ estadounidenses vuelvan al país sin ser detectados. Este proyecto todavía está en su primera etapa, pero su objetivo es hacer frente al último desafío derivado de la guerra civil: que Siria se ha convertido en un imán para los occidentales que quieren unirse a los rebeldes para derrocar al régimen de Al Assad. Una americana ya murió en Siria, pero no en un ataque suicida

No es la primera vez que un estadounidense pierde la vida en la guerra civil de Siria, aunque sí la primera que ocurre por voluntad propia, como suicida. Nicole Lynn Mansfield, de 33 años era, hasta el momento, la única norteamericana que había muerto en Siria. Los medios locales informaron de que había muerto, junto a otros dos extranjeros, un canadiense y un británico, tras recibir varios disparos de algún grupo de la oposición. Otros medios dicen que los tres se habían alistado en el Frente al Nusra.

Su hija de 18 años, Triana Lynn Mansfield, negó estas afirmaciones y aseguró que su madre no era una terrorista sino que la había matado el Gobierno sirio “por publicidad mediática”. Explicó que no sabía qué hacía su madre en Siria pero “que sólo era una mujer estadounidense a la que habían guiado unas personas que sólo querían utilizarla por eso, por ser estadounidense”. Sin embargo, la mayor parte de los norteamericanos que han viajado a Siria todavía siguen allí.

En 2013, un ciudadano de Phoenix que había sido soldado del Ejército, Eric G. Harroun, fue condenado, después de volver de Siria, por un tribunal de Virginia por haber participado en el Frente al Nusra. En septiembre, se declaró culpable de un cargo de conspiración para transferir artículos y servicios de Defensa, pero fue puesto en libertad. Poco después, su familia informó de que había muerto, aparentemente, de una sobredosis.

Varios ciudadanos que querían viajar a Siria fueron detenidos antes de llegar al país de destino. Entre ellos, Basit Javed Sheikh, un joven de 29 años que vivía en Carolina del Norte y que estaba intentando tomar una serie de vuelos para unirse al frente.

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