La población se muere de hambre mientras toneladas de fruta se pudren cada día en Nigeria

  • En Nigeria puede resultar más fácil comprar fruta de Oriente Medio, a más de 1.000 kilómetros de distancia, que comprar la que crece a unas pocas horas en coche. Los agricultores locales ni siquiera tienen los medios para poder vender su cosecha en su propio país.

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Heather Murdock, Abuya (Nigeria) | GlobalPost

Aquí en la capital de Nigeria puede resultar más fácil conseguir una pieza de fruta de Oriente Medio, a más de 1.000 kilómetros de distancia, que comprar la que se cultiva a a tan sólo unas horas en coche.

Los supermercados de la capital despachan manzanas, kiwis y uvas, todos ellos importados de Emiratos Árabes Unidos. Según el miembro del Parlamento, Yakubu Umaru Barde, a 125 millas al norte, en Kaduna, los mangos nigerianos se pudren en las granjas. Los locales no tienen los medios para preservarlos lo suficiente para venderlos en su propio país.

"Debido a la política que tenemos en materia de agricultura, es por lo que hoy tenemos que hacer frente a inseguridad alimentaria", explica Barde, también economista especializado en agricultura, a nuestra publicación. "Pero realmente, realmente, los nigerianos pueden autoabastecerse. Tenemos suficientes tierras de cultivo para ser cultivadas. Tenemos suficientes granjeros".

Como en el resto de África Occidental, Nigeria importa una gran cantidad de la comida que consume, dejando al país vulnerable a los precios volátiles de los mercados internacionales que pueden causar disturbios incluso en los países más pacíficos.

Es cierto: Nigeria tiene la tierra y el clima adecuados para producir suficiente comida para su población. Pero las importaciones de alimentos del país están creciendo a una tasa del 11% que el presidente Goodluck Jonathan considera que es insostenible. Los críticos dicen que los planes del Gobierno para revertir esta tendencia se enfrentan a obstáculos insalvables.

Recientemente el ministro de Agricultura, Akinwumi Adesina, dijo que Nigeria gasta 1.300 billones de nairas al año (más de 8.200 millones de dólares) importando alimentos básicos como pescado, arroz y azúcar, de acuerdo con el Nigerian Tribune.

Nigeria, el segundo importador de arroz del mundo, consume 2 millones de toneladas métricas de arroz al año de países como China y Tailandia, informa MARKETS, una organización fundada por USAID que pretende incrementar la productividad de las granjas.

Nigeria, el exportador de petróleo más grande de África y la ciudad más populosa, con 160 millones de personas, se enfrenta ya a una insurgencia islamista en el norte, malestar social en el sur y tensiones étnicas que amenazan con empujar al país al precipicio de la guerra civil.

Con más de la mitad del país viviendo en la pobreza extrema, un fuerte aumento de los precios de los alimentos podría alimentar las revueltas callejeras y sembrar el caos.

Los planes del Gobierno para reducir la dependencia de Nigeria de las importaciones son amplios y variados. Hay un plan de 40 millones de dólares para eliminar las importaciones de arroz en 2015 y una promesa presidencial la semana pasada de crear 500.000 nuevos puestos de trabajo convirtiendo a Nigeria en uno de los principales países exportadores de alimentos en un periodo de cuatro años.

Los locales están preocupados de que incluso aunque se consigan estas metas, los cambios podrían llegar demasiado tarde, dado que los precios de los alimentos podrían crecer antes de que acabe este año.

El presupuesto de Nigeria para 2012 no incluye suficiente dinero para financiar el antiguo subsidio del petróleo de décadas de duración que fue cancelado temporalmente el 1 de enero según el periódico local The Nation.

Sin el subsidio, los precios del combustible y de los alientos casi se duplicaron a principios de este año, provocando protestas y disturbios y obligando al Gobierno a reinstaurar parcialmente el subsidio.

Nigeria no está sola. Algunos países africanos se enfrentan a problemas similares. Según Naciones Unidas, en 2008, el aumento de los precios de los alimentos a nivel mundial provocó disturbios en toda África. Los precios de los alimentos son ya peligrosamente altos en el Sahel, la región desértica que se expande por el norte de Nigeria, Niger, Mali, Chad, Burkina Faso, Mauritania, norte de Senegal y norte de Camerún, según Naciones Unidas.

Una cifra estimada de 6 millones de personas podría sufrir el hambre en toda la región del Sahel en los próximos meses, según Save the Children. La crisis alimentaria es el resultado de malas cosechas, un fuerte aumento de los precios de los precios de los alimentos, políticas mal enfocadas y la inestabilidad regional, según Andrew Harding, analista de la BBC.

Barde dice que la inseguridad alimentaria de Nigeria se debe más a la mala gestión de las políticas que a los retos medioambientales. Dice que los propietarios de las granjas en Nigeria reúnen los requisitos para los préstamos agrícolas a bajo interés pero que el dinero es malversado por corruptos con tráfico de influencias que dejan a los granjeros pobres sin los medios para comprar fertilizante y equipamiento.

Las políticas existentes del Gobierno que pretenden reducir las importaciones de alimentos podrían funcionar, añade, si se implementan de manera honesta. Actualmente, es más fácil y más barato importar alimentos con préstamos agrícolas que cultivarlos.

"Si el Gobierno permite que la corrupción anide", dice, "y que gente que no es granjero utilice los préstamos en nombre supuestamente de préstamos agrícolas y los use para construir casas nunca funcionará".

Los críticos dicen que es improbable que las políticas se implementen de un modo que haga que la agricultura de Nigeria sea autosuficiente. Shehu Sani, el presidente del Congreso de Derechos Civiles, con sede en Kaduna, dice que cada Gobierno desde el año 1999 ha prometido ayudar a los granjeros locales a producir más alimentos, sin resultado.

"La mayoría de estos granjeros locales no tienen acceso a fertilizante, pero se han gastado millones de dólares en fertilizante. La mayoría de estos granjeros locales no tienen acceso al crédito de los bancos, mientras que el Gobierno ha asignado cientos de millones de dólares a facilidades para el crédito", dice.

Sani llama a los planes para detener las importaciones de arroz en 2015 como "teóricos". Políticamente, dice, conseguir que Nigeria sea uno de los principales países exportadores de alimentos es virtualmente imposible. "El Gobierno no puede entrar en conflicto con aquellos que están importando porque constituyen el grueso de los que contribuyen a las campañas", dice.

En un mercado en Kaduna los locales dicen que los gustos de los nigerianos también han cambiado y que la gente prefiere el arroz importado.

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