La macabra industria de la venta de vídeos de violaciones y en grupo

  • India, una vez más, vuelve a estar la mira del mundo por sus casos de abusos, pero con una nueva modalidad aberrante: el negocio de la distribución de material pornográfico.

    Con un precio de entre 50 y 150 rupias cada uno (y una duración de entre 30 segundos y cinco minutos) los vídeos de mujeres violadas son distruibuidos a miles de pervertidos cada día.

Las violaciones en la India, un flagelo que nadie puede erradicar.
Las violaciones en la India, un flagelo que nadie puede erradicar.
Diego Caldentey

India, una vez más, es noticia desgraciada por sus casos recurrentes y aberrantes de violaciones. Pero ahora a este flagelo se le ha agregado un agravante más. Los abusadores han encontrado una vía rentable a sus atroces actos, y mueven una industria pornográfica oculta para lucrarse.

Una investigación del Times en el país asiático ha revelado que cada vez son más las violaciones grupales a víctimas que son grabadas por móviles. El objetivo es utilizar esas imágenes con dos finalidades. Una es extorsionar a las propias víctimas con el afán de que no formalicen las denuncias, ya que si lo hacen introducirán a través de internet las macabras imágenes de estos hechos.

La otra es comercializar directamente ese material, distribuido a pervertidos del mundo a través de la Red. Por cada vídeo, que suele tener una duración de entre 30 segundos y cinco minutos, los depravados suelen pagar entre 50 y 150 rupias (de 60 céntimos a 1,50 euros).

"Las imágenes se venden a cientos, quizás a miles todos los días", escribe el Times de la India. En las últimas semanas, un nuevo caso ha conmocionado este país. En Uttar Pradesh, uno de los estados más conflictivos y precarios del país, una mujer y su hija de 14 años fueron obligadas a descender de un vehículo. Un grupo de hombres las encañonó. Después las desplazaron a un lugar retirado y las violaron durante horas.

Según el diario 'Indian Express', este caso, al igual que otro similar en el mismo estado, fue grabado con móviles, con el objetivo de los abusadores de distribuir el material con fines económicos.

"Somos conscientes del problema y estamos adoptando todas las medidas posibles. Pero es difícil, ya que las ventas se hacen por debajo de la mesa", ha señalado uno de los inspectores generales adjuntos en la ciudad de Agra, otro de los grandes epicentros de este drama.

En la India, a pesar del endurecimiento de las leyes y de futuras iniciativas como la del 'botón del pánico' en los móviles de las víctimas, en lo que va de año hay récord de casos. El pasado año ya había cerrado con 337.922 denuncias por violencia sexual contra las mujeres, un 9% más que en 2014.

Según el portal digital International Women´s Travel Center, el país asiático encabeza el ranking mundial por índice de abusos en el mundo. Desde 2012 los casos se han disparado un 200% solo en la capital del país, Nueva Delhi. Pero nuevas cifras oficiales presentan un panorama aún más sombrío.

Estos números, no obstante, son aún muy inferiores a lo que sucede en la realidad, ya que las organizaciones de derechos humanos consideran que la mayoría de las víctimas siguen sin denunciar a sus agresores. Entre otros motivos, precisamente, por el chantaje y extorsión que padecen las víctimas que son grabadas mientras padecen los ultrajes, ya que les amenazan con colgar en la web las escenas de estas situaciones.

Mientras tanto, el Gobierno indio cree que una de las soluciones para frenar esta tendencia es curiosamente utilizar a los móviles con otras finalidades. El Ministerio del Interior ha anunciado que los próximos móviles de la India tendrán, desde enero del año próximo, un 'botón de pánico' contra las violaciones. Pero nada ni nadie parecen poder frenar por ahora la tendencia dramática de violaciones.

Los terminales tendrán que contar, desde 2018, con un sistema de satélite (GPS) para su localización "en caso de acoso o peligro", destacaron las fuerzas de seguridad del país asiático.

El objetivo es proveer de una red de seguridad a millones de mujeres que encaran situaciones de peligro en su vida diaria, según ha anunciado el Gobierno indio. A pesar de que el problema de las violaciones en el país sigue latente, hay algunos tenues indicios que son positivos.

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