¿Por qué en Túnez ha triunfado la 'Primavera árabe'?

    • El histórico líder islámico tunecino Rachid Ganuchi da las claves a www.lainformación.com del triunfo de la Primavera Árabe en Túnez.

    • En una entrevista celebrada en Casa Árabe Madrid asegura que el modelo tunecino demuestra que es posible una alianza entre partidos islamistas y laicos.

Rachid Ganuchi
Rachid Ganuchi

Túnez protagonizó la primera de las primaveras árabe a finales de 2010 y es el único país en el que parece que triunfa la revolución tres años después de la caída de Ben Ali. A principio de este año se adoptó la nueva Carta Magna y el país está inmerso en la campaña de las segundas elecciones democráticas. Nada que ver con la inestabilidad en Egipto, Siria y Libia. En Egipto, la vuelta de los militares es cada día más evidente. A espera de los resultados oficiales de las elecciones, todo apunta a que el general Al Sisi tomará las riendas del país. Siria está sumida en una guerra civil y en Libia las milicias gobiernan el país. La huella que deja la Primavera Árabe en estos países es violencia y sufrimiento.

Túnez se encuentra en estos momentos en medio de un proceso de diálogo nacional para intentar superar la crisis política originada por el asesinato de dos importantes líderes izquierdistas del Frente Popular y lo que los partidos opositores laicos han considerado como una política partidista por parte del partido de Ganuchi, Ennahda, al que acusan de haber olvidado los objetivos de la revolución.

A la caída de Ben Ali le siguió la depresión económica y una caída del PIB del 1,8% en 2011. El turismo, uno de los motores de Túnez, no remonta. No obstante, el mayor de los problemas es el del paro, que afecta al 17 por ciento de la población frente al 13 por ciento que había antes de la revolución. "Después de la primera fase política, ahora el apoyo económico y luchar contra la exclusión social y el terrorismo, son los retos de la segunda fase de la revolución", afirma el líder islamista, Rachid Ganuchi a www.teinteresa.es en una entrevista celebrada en Casa Árabe en Madrid.

Precisamente, respecto a la inseguridad en el país, asegura que "algunos grupos terroristas están aprovechando para desestabilizar el país. A pesar de todo, la democracia va a salir ganando a pesar de todas las dificultades que hay", indica. Desde la caída del Gobierno del de Ben Ali, a principios de 2011, se ha registrado un resurgimiento de los movimientos islamistas de corte radical en el país, que abogan por una interpretación estricta de la sharia y que han protagonizado ataques contra personalidades laicas e izquierdistas del país, así como contra edificios y símbolos de otras religiones.

A pesar de las dificultades, el intelectual Ganuchi está convencido de que puede triunfa el islamismo moderado que representa su formación. "Una de las peculiaridades del modelo tunecino es una alianza, una coalición entre partidos islamistas y partidos laicos en una primera experiencia política. Estas dos tendencias políticas, que se mantuvieron en conflicto durante 50 años, demostraron que se puede convivir y colaborar en crear un modelo político", señala Rachid Ganuchi.

Al ser preguntado por el alcance real que tiene la nueva Constitución aprobada en 2014 y que garantiza la libertad de creencia y religión así como la paridad en las listas electorales, Rachid Ganuchi insiste en que "en Túnez no existe un problema llamado el problema de la mujer. En el marco jurídico existe igualdad entre hombres y mujeres. Otra cosa, es la sociedad", describe.Recibido como el héroe tras 22 años en el exilio

El líder islámico tunecino Rachid Gannuchi regresó a Túnez tras dos décadas de exilio tras la caída del Ben Ali. A sus 72 años, asegura que "mi vuelta a Túnez fue lo más normal porque mi salida del país nunca fue voluntaria sino que fui obligado a exiliarme. Lo más normal es que tras la caída del régimen, regresase a mi país", asevera. Fundó el partido Ennhada en 1981 inspirándose en los Hermanos Musulmanes, aunque asegura que ahora que "no vuelvo para competir por ningún puesto, ni cargo político sino para estar al servicio de mi país y participar en su desarrollo," reconoce. Mursi, fue el primer presidente elegido en 7.000 años

Para Rachid Ganuchi, las elecciones que hoy terminan en Egipto son una farsa. "La diferencia entre las elecciones presidenciales que están teniendo lugar ahora y las anteriores, es que las anteriores no sabíamos de antemano quién iba a ser el presidente. Hoy sabemos de antemano que el presidente va a ser Al Sisi", indica.

Mohamed Mursi, líder de los Hermanos Musulmanes, "fue el primer presidente elegido democráticamente en 7.000 años en Egipto y está encarcelado. Sean cuales sean sus errores, fue elegido por el pueblo y el pueblo tiene que ser quien lo destituya", concluye el tunecino.

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