Kennedy, unido a rusia a través del sexo


Quienes están en la cima son víctimas de las tentaciones igual que cualquiera… o incluso más. John Fitzgerald Kennedy, expresidente de Estados Unidos, es reconocido como un conquistador, pero lo que el mundo ignora es su relación con Ellen Rometsch, sospechosa de actuar como espía para Rusia en pleno auge de la Guerra Fría. Este será uno de los protagonistas de una nueva serie del canal Historia, que se estrenará la próxima semana y que desvelará los secretos sexuales de la alta alcurnia.
Durante el primer capítulo, además, se mostrará como el Príncipe Jefri de Brunei es el protagonista de una historia en la que los harenes modernos son una realidad actual tangible y un símbolo de poder entre los hombres que determinan el rumbo de la economía mundial. Además, la serie analiza porqué Warren G. Hardin, vigésimo noveno presidente de Estados Unidos, se vio obligado a mirar hacia otro lado ante la corrupción de sus colaboradores más cercanos, preso de sus innumerables relaciones extramatrimoniales. Y se describe cómo el famoso místico ruso Grigori Yefímovich Rasputín utilizó su poderoso magnetismo sexual para dominar a la Dinastía Romanov y, con ello, contribuir al estallido de la revolución rusa.
‘Sexoapocalipsis’, título del segundo capítulo, ilustra la obsesión de las sociedades modernas por ver una amenaza en todo lo relacionado con los “instintos más básicos”. Corn Flakes de Kellog’s es una de las marcas más reconocidas del mundo, asociada a un desayuno sano y equilibrado. Lo impactante es que John Harvey Kellog, revolucionario emprendedor de finales del siglo XIX, concibió este producto como una cura para reducir la agresividad y eliminar la masturbación.
Por su parte, Alan Turing, considerado padre de la informática moderna y héroe de la Segunda Guerra Mundial, acabó con su vida con tan sólo cuarenta y dos años debido a las presiones recibidas por ser homosexual. Además, el primer director del FBI, J. Edgar Hoover, creó los “archivos obscenos” en los que reunía información comprometedora de sus enemigos. Sin miramientos, utilizó éstos datos para presionar a senadores, empresarios, editores y líderes de opinión según sus intereses. Por último, se recoge la vida diaria en la legendaria Pompeya, ciudad en la que la prostitución era aceptada y regulada como una actividad económica necesaria. Esto contrasta con la actitud de los líderes políticos y culturales de la Italia moderna quienes, más de dos mil años después, ocultaron evidencias de los aspectos sexuales de la urbe recogidas en las excavaciones por considerarlas indecorosas.
Además, en este mes de septiembre, Historia estrena ‘Sexo en venta’, que describe una práctica común en los inicios de la Edad Media, aunque completamente desconocida, la instalación de burdeles administrados por la Iglesia católica. Las prostitutas eran consideradas pecadoras, pero la prostitución se tildaba como un mal necesario. Con el tiempo, esta aparente contradicción fue superada y la institución llegó a monopolizar la administración de una actividad muy beneficiosa en algunas de las principales ciudades europeas.
Sin lugar a dudas, la Emperatriz Teodora fue la mujer más influyente y poderosa en la historia del Imperio Romano. Nacida en una casa de clase baja utilizó sus dotes de seducción, aprendidas mientras ejercía la prostitución, para conquistar a Justiniano I y luego reinar con un “corazón de oro” a favor de los derechos de las mujeres más desvalidas. El capítulo también incluye el relato de la vida de Mary Ann Hall, una de las figuras más estimadas de la época. Durante la Guerra Civil esta mujer fundó y gestionó en Washington un burdel de la máxima categoría, a tan sólo cuatro calles del Capitolio. Todos son ejemplos de que el “oficio más antiguo del mundo” es capaz de sobrevivir a todas las épocas.

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