Un Cristóbal Montoro difícil de reconocer ha sido el encargado, este miércoles, de defender desde la tribuna del Congreso los Presupuestos Generales del Estado de 2017. El ministro de Hacienda se ha puesto en esta ocasión el traje socialdemócrata para argumentar que las Cuentas que aspira a aprobar a finales de junio sirven para ayudar a las personas que más lo necesitan. El discurso del jienense ha girado en torno al componente social de unas cifras que superaran el primer trámite de las enmiendas a la totalidad gracias al acuerdo alcanzado con el PNV a última hora.
Montoro ha explicado que los Presupuestos de 2017 no son solo datos, sino que en ellos van reflejados las necesidades de cientos de miles de españoles. En un speech que fácilmente podría haber efectuado un socialista, el ministro de Hacienda ha defendido la apuesta del Gobierno del PP por las personas, con nombres y apellidos. Ha destacado que son las Cuentas con mayor inversión en pensiones, en dependencia, en Sanidad y en Educación.
El titular de Hacienda, en plena algarabía socialdemócrata, ha añadido que mientras el Gobierno del PP ha conseguido disminuir el gasto público en 11.000 millones entre 2011 y 2016, las partidas dedicadas al gasto social se han incrementado en este tiempo en 8.000 millones. 64 de cada 100 euros gastados van a pagar estas necesidades, mientras que antes de llegar Rajoy a La Moncloa se invertían 60.
Montoro se ha preguntado que cómo es posible que con este gasto social todavía haya territorios que afirmen sentirse maltratados por el Gobierno central. ¿Cómo es posible?, ha afirmado, destacando que todos los pensionistas cobran su prestación cada mes con total normalidad. Andanada al gasto desmesurado de los socialistas
En el discurso de Montoro en esta primera sesión del Pleno de Presupuestos, también ha tenido palabras negativas para los socialistas, que presentarán una enmienda a la totalidad y no aprobarán el proyecto de ley pase lo que pase en sus primarias. El ministro de Hacienda ha recordado el déficit disparado de los gobiernos del PSOE, tanto de Felipe González en los 80, como de Zapatero. Ha dicho que lo único bueno que hicieron, practicamente, fue la integración de España en la Comunidad Económica Europea. "Venimos de una borrachera de gasto y ya quieren ir de copas", ha criticado de manera sarcástica.
Montoro ha afirmado que aprobar estas Cuentas es una "oportunidad" para superar "esta larga pesadilla". Ha añadido que la negociación tiene que continuar y que no se agota en estos Presupuestos, consciente de que el PP no tiene mayorías. Ha pedido incidir en "lo que nos une" y ha alabado el acuerdo con los sindicatos de la función pública para convocar 250.000 plazas de funcionarios en los próximos tres años. Así es Montoro.
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