"El presidente del Gobierno [en funciones] sólo va a debatir con el líder de la oposición". Esta es la consigna de la cúpula del Partido Popular de cara a la estrategia a seguir en los debates electorales de la próxima campaña. Se descarta, por tanto, que Mariano Rajoy acuda a un debate a cuatro junto a Pedro Sánchez, que será el candidato del PSOE, Pablo Iglesias o Albert Rivera.
La dirección del PP volverá así a repetir la táctica que empleó durante la campaña del 20D. Entonces Rajoy sólo participó en un cara a cara que organizó la Academia de la Televisión. Declinó asistir a otros debates con los líderes de los principales partidos, como el que organizó Atresmedia y al que acudió en su lugar Soraya Sáenz de Santamaría.
En Génova consideran que la estrategia de sólo acudir a un cara a cara con Sánchez no le perjudicó a Rajoy. Al contrario. En una reunión matinal posterior a este cara a cara el equipo de campaña del PP concluyí que Pedro Sánchez dio " muy mala imagen" y que el cara a cara "penalizó" en lo que quedaba de campaña. Emplearon las palabras "barriobajero" y "bronco".Respecto a la decisión de enviar a Soraya Sáenz de Santamaría al debate a cuatro, en el PP creen que fue una decisión acertada que repetirán si se vuelve a producir la misma situación. Descartan, por tanto, que Rajoy debata directamente con Pablo Iglesias y con Albert Rivera, a pesar de las críticas que probablemente recibirán los populares.En el PP disponen de un amplio listado de dirigentes que sustituirán a Rajoy en estos debates a los que nos inviten. Es lo que Pablo Casado, vicesecretario de comunicación, denomina como que no habrá silla vacía. En sustitución de Rajoy, por tanto, acudirá la propia vicepresidenta o algún dirigente del PP.
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