Ignacio Urquizu, ideólogo del PSOE: "Los referéndum sirven para eludir responsabilidades"

  • Ignacio Urquizu, ideólogo del futuro PSOE y diputado ofrece en una entrevista con Lainformacion.com su opinión sobre Sánchez, Susana, Patxi, Rajoy y Pablo Iglesias.

    Admite cuáles fueron los errores que cometió el PSOE, habla de la polémica abstención y de la fractura en el partido. Considera que a Podemos le lastra su beligerancia hacia los socialistas.

Ignacio Urquizu (Alcañiz, 1978) es uno de los canteranos con mayor proyección en el PSOE. Es diputado por Teruel y profesor de Sociología de la Universidad Complutense en excedencia. Tiene ideas y proyecto para España, incluso se habló de él como posible candidato a la secretaría general.

Ahora vive en Teruel con su familia, aunque pasa media semana en Madrid. Le duele lo que ha pasado en su partido, pero es optimista. Estas son sus recetas para que el PSOE vuelva a ocupar el lugar que abandonó.

¿Hacia dónde camina el PSOE?

Eso es lo que tenemos que responder ahora: ¿qué proyecto político queremos? Tenemos muchas ideas, pero tenemos que identificar primero cuáles son los principales retos que tiene el país para después poner rostro a los dirigentes que tienen que llevar al PSOE de nuevo a recuperar la confianza de la mayoría. Es una cuestión de ordenar prioridades y luego poner cara y ojos a nuestros dirigentes.

Un buen número de españoles piensan que el PSOE ha dejado de ser socialista, obrero y español. ¿Qué les respondería?

Pues que eso no es lo que piensa la mayoría. Cuando en las encuestas se pregunta dónde situaría usted al PSOE la mayoría sigue pensando que es un partido de centro-izquierda y en la escala ideológica del 1 al 10 la mayoría de los españoles lo siguen colocando en el 4,2.

Si hay un electorado donde el PSOE tiene todavía un peso específico y sigue siendo primera fuerza es entre los obreros. Por tanto, nos siguen votando los trabajadores. Pero la dificultad del PSOE no está en ellos sino en las clases urbanas, en las clases profesionales liberales, en las clases profesionales medias y medias-altas. Es decir, de lo que carece el PSOE no es de obreros ni de españoles de centro-izquierda. Hay gente que dice eso, pero las encuestas no lo reflejan. Yo creo que es una crítica fácil, resultado de una poca reflexión.

Para volver a atraer a esas mayorías, ¿debe el PSOE da un giro ideológico?

Yo creo que el problema del PSOE no tiene que ver con si tiene que irse más a la izquierda o a la derecha. El PSOE tiene que presentar un proyecto de sociedad en la cual se sienta representada la mayoría de la gente. Nuestro modelo de sociedad, resumiendo mucho, siempre ha sido el que la gente tenga una vida digna, desde que nace hasta que muere, capacidad para llevar a cabo sus proyectos vitales. Y todo eso ahora mismo no pasa.

La vida digna no sucede porque un 28% de españoles vive en la exclusión social y la pobreza. Y la gente no tiene posibilidades de desarrollar sus proyectos de vida, sobre todo la gente más joven, con salarios bajos, pocas expectativas laborales, trabajo indefinido... Nadie se puede plantear tener una vivienda, una familia... Se han roto muchos de los elementos que definen al modelo de sociedad que defiende la izquierda. Lo que tenemos que hacer es recomponerlo y hacer políticas que nos recuperen ese modelo de sociedad, no irnos a la izquierda o la derecha.

¿Qué tres errores han llevado al PSOE a estar donde está?

Efectivamente algunas cosas habremos hecho mal para estar como estamos. También es verdad que hemos hecho cosas bien y por eso tampoco muchas expectativas que había sobre nosotros se han cumplido, como el famoso sorpasso que lleva mucho tiempo anunciándose y nunca sucede porque alguna cosa habremos hecho bien.

¿Errores? Se ha producido una cierta desconexión entre lo que quería nuestro electorado y lo que les ofrecíamos. Creo que llevamos demasiado tiempo no solo hablando de nosotros mismos sino intentando hablar del pasado, explicando lo que hicimos o dejamos de hacer, y creo que la gente lo que espera de nosotros es un proyecto de futuro. Otra cosa que hemos hecho mal fue cambiar nuestro modelo de partido a gran velocidad sin explicar qué consecuencias tenía y sin ajustar todos los engranajes. Me explico: la elección directa [por primarias] de secretario general significa ir hacia un partido presidencialista. Eso tiene cosas buenas y cosas malas, y no hemos explicado qué significada eso dentro de un modelo de democracia como la española, con un PSOE con fuerte representación en sus estructuras intermedias.

Se ha producido un desajuste en esos famosos Comités Federales. No se ha hecho pedagogía suficiente entre la militancia sobre qué significa elegir al secretario general por primarias y no renunciar a la idea de representación de nuestras estructuras intermedias. Y otro error que hemos cometido es que el PSOE no ha introducido en el debate que el estado de bienestar español, que es el menos redistributivo, necesita reformas. A nosotros nos preocupa la desigualdad y sabemos cómo solucionarlo. En resumen, los tres errores son: hablar mucho de nosotros, cambiar las cosas sin pensar sobre ellas y no introducir debates que son importantes en la sociedad y que nosotros tendríamos que estar liderando.

¿Qué novedades incorporará el documento que está preparando el comité de sabios? [Urquizu coordina un grupo que está elaborando un informe sobre el futuro PSOE]

Mucho de lo que hemos producido estos años nos sigue sirviendo: la Conferencia Política [de 2013] nos sigue siendo útil, nuestro programa electoral también... Lo que vamos a encontrar es una definición muy clara de los retos que tenemos como país. Es decir, establecer cuáles son las prioridades que tenemos y cómo pensamos resolverlas. Es decir, nuestro horizonte de modelo de sociedad tiene que ver con esto, con esto y con esto. Y vamos a hacer esto, esto y esto. La mayor novedad es fijar de forma clara, sencilla y rigurosa los restos que tenemos como país.

¿Se modificará el modelo de elección del secretario general?

No, las primarias han venido para quedarse y, de hecho, cada partido las va a ir incorporando poco a poco a su manera, como estamos viendo en el PP a una doble vuelta. Esto no es tan sencillo. Imaginemos que un candidato saca el 45% y los otros dos candidatos sacan cada uno el 20%. ¿Se atreverá un Congreso a elegir a alguien que no ha sido elegido por la militancia? ¿El Congreso se atreverá a elegir a uno del 20% en lugar del de 45%? Cuando das voz a la militancia, aunque vayas a una segunda vuelta, ¿los compromisarios se atreverán a llevar la contraria a los militantes? A mi me gusta la segunda vuelta. Un Congreso con 2.500 compromisarios no mandatados por sus federaciones puede introducir mucha incertidumbre. Lo que define a la democracia es que nadie sabe cuál va a ser el resultado final.

¿Vais a proponer en el PSOE un giro en las primarias, una doble vuelta, por ejemplo?

No, por ahora no se ha introducido ese debate. Dicho esto, como va a haber un debate en estos meses, es el momento en el que quien tenga una idea mejor que las primarias la ponga sobre la mesa. Pero creo que hay que ir siempre a fórmulas en las que la voz de la militancia sea escuchada de la forma más clara posible. Es difícil poner límites a la democracia. Otra cosa es ver cómo ajustamos un sistema excesivamente presidencial a una democracia que no es presidencial. Por ejemplo, en la elección de candidato a presidente del Gobierno.

Imagina que hacemos primarias y sale X. Como esto es una democracia parlamentaria llegamos al día de la investidura y nos dice Podemos y no sé quién: vamos a apoyar al PSOE pero ponemos una condición, que vuestro candidato no puede ser presidente. ¿Qué hace el PSOE, sacrifica a su candidato elegido en primarias para tener un Gobierno? ¿Se agarra a su candidato elegido en primarias y no tiene Gobierno? Claro, es que cuando introduces un elemento presidencial en una democracia parlamentaria es lo que pasa. Aquí la gente cuando vota lo hace a un Parlamento, no a un presidente del Gobierno. Hay que reflexionar sobre ello. 

¿Cree que hay fractura dentro del PSOE?

Hombre, que hay una división es evidente. División que ha sido latente en los Comités Federales famosos y que cada vez es menor. 

¿Qué les divide?

Sigue habiendo visiones distintas, de estrategia y de modelo de partido. Mi partido está muy vivo y la gente vive todo con mucha pasión e intensidad. Tampoco es una novedad, porque mi partido siempre ha tenido divisiones internas. En el fondo me gusta porque es una señal de que el partido tiene vida. La uniformidad no es buena. Si todo el mundo pensara lo mismo tendríamos que hacérnoslo mirar.

Pero el espectáculo que dan no les hace ningún bien.

El espectáculo no tiene tanto que ver con la división como con la falta de claridad. Me explico: en el fondo la imagen dañina que se produjo en el Comité Federal del 1 de octubre fue sobre qué se debatía y quién votaba, si podía votar la ejecutiva federal o no, si congreso extraordinario o congreso ordinario. Fue un problema de procedimiento. 

¿Se arrepiente Ignacio Urquizu de haber votado abstención?

No, no, para nada. Poco a poco estamos demostrando que liderar la oposición es útil. En un Parlamento tan fragmentado estar en la oposición tiene su utilidad con las medidas que estamos consiguiendo. La abstención es el resultado de un mal diseño institucional de nuestro modelo de investidura. Si hubiéramos vivido en Asturias o País Vasco esto no habría pasado porque en la segunda votación uno no puede votar en contra, o presenta una alternativa o se abstiene.

A mí me gustaría que nuestro modelo de investidura fuera distinto para que no vuelva a suceder un bloqueo político de nuestro país durante casi un año. Entiendo que la abstención del PSOE era la fórmula más sencilla de desatascar la situación. Me hubiese gustado que otras formaciones políticas hubiesen tenido la clarividencia de ver este atasco y haber asumido su parte de responsabilidad para solucionarlo. Ahora todo el mundo se está beneficiando de que haya un Gobierno y una oposición. Todo el mundo está presentando iniciativas y votando. Podemos se está beneficiando de la decisión que tomó el PSOE, está haciendo política. Hubiera sido un peor escenario haber ido a unas terceras elecciones.

Si nosotros no desatascamos esto lo hubieran desatascado los españoles dando más diputados al PP y quitándoselos al resto. Diciendo: como vosotros no queréis ser útiles en la oposición vais a ser inútiles. En mi concepción de lo que significa la política hay un problema institucional y lo que hemos hecho en el PSOE tiene una utilidad.

¿Por qué cree que Podemos no pulsó el botón rojo que daba el Gobierno al PSOE?

Siempre he pensado que Podemos tiene un adversario mucho más relevante para ellos que el PP, que es el PSOE. Podemos compite por nuestros votantes y, por tanto, muchas de sus estrategias no van dirigidas a derrocar al PP, van dirigidas a derrocar al PSOE.

Van a hacer todo aquello que nos perjudiquen porque sino no hubiese habido segundas elecciones, hubiese habido un Gobierno de Pedro Sánchez con apoyo de Ciudadanos y Podemos. Pero como su prioridad es desgastar al PSOE y se ilusionó con un sorpasso prefirió ir a segundas elecciones. Y, de nuevo, va a seguir lanzando mensaje sobre nosotros para hacernos daño. Me gustaría que hablara más del PP y menos del PSOE pero cuando se suben a la tribuna muchas veces hablan más de nosotros que de los demás.

Es su estrategia política y yo entiendo la política de otra forma, no como el conflicto. A Podemos le gusta más el conflicto que el consenso. Y, otra cosa, me gustaría que hicieran propuestas rigurosas ya que muchas tienen poca solidez.

¿Por ejemplo?

La Ley 25 de Emergencia Social. Querían acabar con la pobreza y mil cosas más. Era una proposición no de ley churro. Si quieres hablar de forma seria sobre la exclusión social en España no acabas con dos páginas, como hacían ellos. Está muy bien que quieras abrir el debate porque te va a dar titulares y tuits, pero tienes que ser más serio. Esa Proposición no de la Ley era un poco de broma.

¿Por qué los antiguos votantes del PSOE no se están marchando a Podemos y se están yendo a la abstención?

Porque todavía les tenemos que ofrecer algo. Cuando se celebre el Congreso vamos a ver si acertamos. Tenemos que fijar una dirección clara sobre lo que queremos hacer. Eso es resultado de la incertidumbre actual. 

¿Pero por qué no se van a Podemos?

Podemos cuando era nuevo tenía unas ciertas expectativas. Pero ahora ya les conocemos un poco más. Creo que hay cosas que les lastran. Les lastra su beligerancia contra el PSOE. Hay muchos votantes de izquierdas que no entienden por qué el principal adversario de Podemos es el PSOE. Les lastra también su poca rigurosidad.

Hay mucho votante formado e informado que cuando oye hablar a Podemos de determinadas políticas se da cuenta de que no tienen rigor. Podemos llegó al escenario político gracias al desencanto, pero en el momento en que ha tenido que hacer política (buscar acuerdos, presentar proyectos...) ha demostrado que tiene muchas carencias y por eso mucho electorado de centro izquierda no les ve como una opción de Gobierno.

La voy a citar varios nombres. Quiero que me dé su opinión.

Adelante.

Pedro Sánchez.

Un compañero del PSOE que fue secretario general.

¿Cree que tiene futuro?

El que él quiera. Todo el mundo tiene futuro dentro de mi partido. Lo que tiene que hacer es decidir cuál es su futuro.

Susana Díaz, ¿le ve como líder del PSOE?

Sí, por supuesto, veo a muchos compañeros que pueden ser líder y una es Susana Díaz. Es presidenta de una comunidad autónoma muy importante y tiene cualidades para ser secretaria general del PSOE.

Patxi López. ¿Es creíble después de criticar ahora la abstención?

Patxi es una muy buena persona. Él acató la abstención por cultura de partido y nunca hará nada que dañe al PSOE. 

Javier Fernández, ¿por qué nadie le empuja?

Yo creo que sí le empujan, la cosa es que él no quiere. Hay mucha gente que le empuja, que le anima a que dé el paso. Otra cosa es que él quiera.

¿Qué le parece a usted?

No le conozco personalmente, pero le leo y le escucho y es uno de los referentes que me gusta. Es un político con contenido y poso. Es capaz de hacerse su discurso, no necesita que nadie se lo escriba, y es capaz de interpretarlo sin leerlo. A mi en política me gustan las ideas y los discursos y creo que Javier Fernández tiene contenido. Es uno de esos referentes que uno tiene que escuchar en el PSOE.

¿Tiene cantera el PSOE?

Sí, hay muchos alcaldes jóvenes como el de Cariñena, por mi federación. La alcaldesa de Gandía, también. Quizá donde menos jóvenes tengamos es en el grupo parlamentario en el Congreso. Pero sí hay mucha cantera. Yo me he estado hasta ahora dedicando a ayudar al partido, a lo que se llama "hacer papeles". Participé en la Conferencia Política de Ramón Jáuregui, en el programa electoral, en el Congreso de 2011... y ahí siempre he visto gente de mi generación con muchas ideas.

Mariano Rajoy

Presidente del Gobierno.

¿Es el socio del PSOE?

No, no es nuestro socio, para nada. Lo que tiene que hacer es gestionar el país y rendir cuentas. Creo que es un superviviente de la política que tiene una forma de entenderla muy diferente de la mía. No arriesga, no tiene un proyecto político muy definido para España más allá de lugares comunes, que entiende que el tiempo se gestiona dejando que pase... Está muy alejado de lo que tiene que ser un político.

Dos personas han atacado con durezca al PSOE desde la tribuna del Congreso. Uno es Pablo Iglesias que habló de la cal viva. ¿Qué le pareció?

Pablo Iglesias tiene excesos verbales con demasiada frecuencia. Si tu quieres tener algo de credibilidad en tus ofertas hacia el PSOE hay expresiones que tendría que evitar. Iglesias es en la retórica excesivamente duro en ocasiones y creo que no es una persona nada moderada.

Eso tiene que ver con una posición de extrema izquierda. No me sorprende porque viene del Partido Comunista. No es una persona socialdemócrata como a veces nos intenta decir. Y creo que tiene demasiado oportunismo ideológico, porque le hemos escuchado tantas cosas que no son de izquierdas ni de derechas. En los últimos años ha dicho tantas cosas que no sabes dónde ubicarlo. Me acuerdo cuando Monedero se enfadó y se fue diciendo: "Podemos tiene que volver a los orígenes". Menos mal que tenían dos años porque si llegan a tener 137... Así es la figura de Pablo Iglesias, con excesos verbales y falta de definición ideológica.

Otro fue Gabriel Rufián.

Gabriel Rufián también demostró que ese Gobierno alternativo era imposible. Alguien que nos insulta tanto es difícil que luego hubiera sido nuestro socio. ¿Cómo ibas a mantener un Gobierno con alguien que en la tribuna nos trata así? Luego, fuera de la tribuna, tengo la sensación de que Rufián interpreta demasiado. Yo lo que le diría a Gabriel es que se tome la política como algo más serio. Esto no es teatro. Es decir, sé Gabriel Rufián pero no seas un personaje que queda muy bien en las redes sociales con ese impacto. La política tiene que tener contenido ideológico. Esto no consiste en decir la frase que mejor queda, sino en decir cosas más o menos serias.

La última parte de la entrevista quiero que aborde el tema de Cataluña. ¿Qué van a hacer con el PSC?

Lo que quiera la comisión mixta. Yo espero y aspiro a que la situación que tengamos sea igual o mejor. Esperemos que no empeoren las cosas.

¿Tiene miedo a un referéndum unilateral de independencia?

No, yo no tengo miedo a nada. Si es unilateral no se va a producir. Es como el falso referéndum de sacar las urnas a la calle y que no sirve para nada. Cualquier referéndum que se haga en este país debe ser pactado. Para mí los referéndums me producen precaución ya que tienen contraindicaciones. Son un instrumento de manipulación política. Por ejemplo, imagina que eres un presidente muy impopular y preguntas si de verdad el caballo de Santiago es blanco. Todo el mundo dice: sí, sí, es blanco. Ganas el referéndum porque la pregunta es una obviedad y tu popularidad se dispara.

Segundo elemento: es una fórmula de evadir responsabilidades. Otro elemento: la gente va a votar por otras razones a las que se le pregunta. ¿La gente votaba OTAN sí o no o Felipe González sí o no? Creo que los problemas cuando son completos, tienen que ver con la identidad y provocan una fractura en la sociedad evidente creo que se resuelven mejor en las instituciones representativas.

¿Habrá referéndum en Cataluña?

Yo creo que los catalanes al final van a tener que votar. ¿El qué? Una reforma de la Constitución o una reforma del Estatuto de autonomía. Es decir, un diseño institucional que permita que gente que se siente distinta desde el punto de vista identitario puedan seguir viviendo juntos.

Pero eso no es suficiente para los independentistas.

Es que los independentistas tienen que entender que ni ellos tienen toda la razón ni yo tengo toda la razón. No pueden imponer un modelo de sociedad a los demás, sino que lo tienen que acordar. No tienen el apoyo del 90% de la sociedad. Cuando votan no son mayoría. Cuando lo que tenemos que votar es un marco de convivencia tenemos que llegar a un acuerdo político primero y luego ofrecer a la gente ese marco.

Guillermo Fernández Vara se pregunta por qué Sánchez no convocó una consulta entre la militancia para decidir sobre la abstención o no. ¿Por qué crees que no lo hizo?

No lo sé. Creo que es tan importante consultar a la gente como hacer un debate. Uno de los errores que hemos podido cometer estos meses es no haber abierto un debate real sobre la que tiene que ser nuestra posición en la investidura de Rajoy. El 27 de junio se tenía que haber abierto un debate y haber estado tres meses debatiendo en el Comité Federal y en las agrupaciones. Esto de voy a convocar un referéndum a toda velocidad la semana que viene para ver qué piensa la gente no es un elemento de calidad de la democracia. Creo que hay que hacerlo con pausa.

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