El debate complica los acuerdos...aunque todos prometen evitar nuevas elecciones

  • Los candidatos cruzan reproches y debilitan los puentes para el pacto. 

    Sánchez deja en el aire con quién piensa pactar, tras esquivar a Iglesias y atacar a Rajoy.

Sánchez espera que los ciudadanos hayan podido contrastar candidatos y les pide que acudan a las urnas el 26J
Sánchez espera que los ciudadanos hayan podido contrastar candidatos y les pide que acudan a las urnas el 26J
EUROPA PRESS

El debate 'a cuatro' de este lunes ha confirmado dos cosas: que los candidatos cambian de estrategias y rivales a conveniencia, y que los pactos, de nuevo, parecen imposibles.

Parecen, porque, al menos según el compromiso de los cuatro líderes, no habrá unas terceras elecciones. Fue esa la primera pregunta del encuentro: todos aseguraron que tras el 26-J habrá pacto, aunque a medida que transcurría el debate, las posibilidades de entenderse parecieron esfumarse.Rajoy insiste en el acuerdo con los socialistas pero ningunea a Sánchez

El último bloque se centró precisamente en los acuerdos. Rajoy insistió en la vía de la 'gran coalición' con el PSOE, a sabiendas de que, aunque sea la fuerza más votada, no lo será por mayoría. Sin embargo, el dirigente popular fue duro contra Sánchez, a quien llegó a advertirle de que España no se merece un presidente como él. 

"Los españoles no se merecen que usted sea presidente del Gobierno, porque lidera un partido en b", le correspondió el socialista.Iglesias: "El enemigo no soy yo"

Sánchez desatendió la oferta de Rajoy y se centró en un mensaje bien aprendido: el PSOE sale a ganar las elecciones. Esquivó también la mano tendida que Iglesias le reiteró hasta la saciedad. Consciente de que se necesitarán mutuamente, el dirigente de Unidos Podemos incluso le recordó por lo bajini que el enemigo no era él, sino Rajoy. 

Una hábil estrategia para poner a Sánchez en la tesitura de elegir, o pactan con ellos o deja gobernar al PP. El PSOE, entre el pacto con Iglesias o la abstención al PP

Las posiciones están ahora mucho más enconadas que tras el 20-D. Sánchez juega con el hecho en contra de que, según las encuestas, el PSOE quede desplazado a la tercera posición.

En ese caso, para los socialistas se hace impensable negociar un pacto con Unidos Podemos. “Sería el fin”, pronostican varios cargos del partido. Un amplio sector es cada vez más favorable a la 'tesis andaluza': abstenerse para permitir gobernar al PP, y renovar al partido desde la oposición. Una posibilidad que Sánchez evita. 

Si el PSOE queda segundo, la cosa cambia. En ese caso, desde la superioridad, sí parece probable que se vuelva a explorar un gobierno “de progreso” con Iglesias. Pero el dilema está en si se cuentan votos o escaños. El líder 'morado' dejó claro este lunes que el ganador es quien consigue más papeletas, consciente de que en ello sí superará al PSOE, aunque no lo haga en diputados.Rivera, duro con Rajoy y sin ataques al PSOE

Rivera, por su parte, prefirió centrar sus ataques en Podemos, para evitar el error de la pasada campaña, cuando su tibieza le desplazó en su disputa por el voto descontento. Aunque también tuvo reproches contra Rajoy.

El presidente de Ciudadanos volvió a sugerir que el líder del PP no puede encabezar la regeneración, aunque no termina por pedirle expresamente la renuncia. El partido mantiene la ambigüedad sobre si esa será una de las exigencias para pactar. 

"Le pido a usted que reflexione, señor Rajoy. El populismo va a seguir creciendo si no regeneramos España", advirtió Rivera. El popular ninguneó la sugerencia y zanjó el asunto con tono abrupto: "Usted tiene mentalidad inquisitorial". 

También comentada fue la ausencia de ataques entre Sánchez y Rivera, socios del conocido como acuerdo de 'El Abrazo'. Ambos partidos se mantienen fidelidad, pese a que su pacto no sea suficiente para hacer arrancar la legislatura.

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