¿Lloró Putin ante miles de seguidores al celebrar su victoria?

  • El primer ministro ruso reelegido presidente se apresuró a culpar al viento de las lágrimas que le afloraron en público.

Calma y elevada participación electoral en las presidenciales rusas
Calma y elevada participación electoral en las presidenciales rusas
Agencias/ lainformacion.com

"Hemos vencido. Hemos demostrado que nadie nos puede imponer nada", afirmó Vladimir Putin, con ojosempañados, en la plaza del Manezh, junto al Kremlin, donde se congregaron decenas de miles de sus partidarios.

Responsabilizó al gélido viento de la noche moscovita de las lágrimas que las cámaras observaron brotar de sus ojos. No pudo disimular y tuvo que limpiarse los ojos con las manos.

Momento de debilidad del rudo exagente de la KGB o no ante su público más fiel, el elegido presidente ruso se mostró exultante este domingo. El resultado con el apoyo del 63,8 % de los votos a favor de Putin, no sorprendieron a nadie pero sí indignaron a la oposición, convencida de un fraude masivo (incluida la segunda fuerza más votada, el Partido Comunista).

Por ello, Putin defendió que no ha habido fraude, frente a las múltiples sospechas y denuncias de la oposición: "Hemos ganado hoy gracias al apoyo abrumador de nuestros electores. Hemos logrado una victoria limpia".

Además, Putin destacó que los rusos saben distinguir entre los ánimos renovadores y "las provocaciones políticas que tienen como único fin la desintegración del Estado y la usurpación del poder".

"El pueblo ruso ha demostrado que este tipo de guiones en nuestra tierra no pasarán", enfatizó.

Su delfín y presidente saliente, Dimitri Medvédev, le acompañaba sobre el escenario: "Nuestro candidato lidera con paso firme y no dudo de que ganaremos. Esta es una victoria que necesitamos todos, que necesita el país. Por eso, nuestro candidato ganador es Vladímir Putin".

Medvédev llegó al Kremlin de la mano de Putin cuando el segundo agotó las dos legislaturas consecutivas que permite la Constitución (2000-2008). Ahora que ya ha pasado un tiempo dirigiendo el país a través de su sombra medvediana, vuelve oficialmente a la primera línea de poder con una legislatura de seis años por delante, gracias a los últimos cambios legislativos en Rusia.

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