La guerra por el voto de los estadounidenses recién nacionalizados

  • Estados Unidos ha naturalizado a unos 6,6 millones de inmigrantes en la última década, casi 730.000 en 2015.

    Hay unos 55 millones de latinos en Estados Unidos, la gran mayoría mexicanos, a los que el magnate inmobiliario acusó de ser criminales y violadores

La guerra por el voto de los estadounidenses recién nacionalizados
La guerra por el voto de los estadounidenses recién nacionalizados

Soledad Herrera tiene casi 50 años en Estados Unidos y este año votará por primera vez. Se nacionalizó este martes en Los Angeles junto a otros 4.000 extranjeros, cuyo apoyo ahora se disputan Hillary Clinton y Donald Trump de cara a las elecciones de noviembre.

Como en un bazar, el grito repetido de "¿está registrado para votar?" ametrallaba a los nuevos estadounidenses afuera del gigantesco centro de convenciones donde se realizó la ceremonia de naturalización a un mes de los comicios.

Kioscos de los partidos Republicano y Demócrata se instalaron a las afueras con la misión de reclutar apoyos para esta elección en la que el tema migratorio ha sido destaque controversial en la agenda.

Posaban de un lado figuras en cartón de Clinton y de la pareja presidencial Barack y Michelle Obama. Al frente, Trump y el expresidente Ronald Reagan (1981-89), junto a la que Soledad se tomó una foto.

Fue una de las muchas beneficiadas de la amnistía que legalizó a miles de indocumentados firmada por el exmandatario republicano en 1986.Aunque su voto será para Clinton.

"Es buena señora ella también", dijo a la AFP esta amable mexicana, hoy con 74 años y madre de 10 hijos. Con 25 años, recuerda, cruzó la frontera y recién ahora pudo nacionalizarse porque no sabía leer ni escribir y necesitaba aprender a firmar.

Hay unos 55 millones de latinos en Estados Unidos, la gran mayoría mexicanos, a los que el magnate inmobiliario acusó de ser criminales y violadores, al mismo tiempo que prometió construir un muro infranqueable en la frontera y deportar a grandes cantidades de inmigrantes ilegales.

"Es una persona que nos ha humillado a todos los latinos, no tiene límite, creo que se odia hasta él mismo", dijo Beatriz Mazariegos, una guatemalteca de 34 años que también se convirtió en estadounidense y dará su voto a los demócratas.El voto latino generalmente se lo llevan los demócratas.

Un hombre de 34 años, que no quiso dar su nombre, lleva una pancarta en la que se lee: "México apoya a Trump". Es mexicano y tiene 25 años en el país, pero aún no se nacionaliza.

"Ha sido criticado por no ser político", explicó, asegurando que el republicano podrá enfrentar con más fuerza temas más delicados en la frontera como el narcotráfico.

"¿Muro? Ya hay un muro en la frontera, de qué hablan. El verdadero problema son los sicarios del Chapo Guzmán asesinando jueces", zanjó en referencia al juez Vicente Bermúdez, que tuvo a su cargo diversos casos de crimen organizado y fue asesinado el lunes.

Rodrigo Venegas, también mexicano de 63 años, también votará por Trump por fidelidad al partido, aunque tiene pocas esperanzas de que gane.

"La manera como se ha dirigido a la sociedad en general, su retórica contra ciertos grupos étnicos y los temas de la mujer, es controvertido, pero no creo que lo supere. Es desafortunado porque tiene talento para los negocios", indicó este estadounidense desde hace muchos años y que este martes unió a las filas republicanas a su recién nacionalizada esposa Mireya Medrano, de 47 años, de República Dominicana.6,6 inmigrantes nacionalizados en la última década

Estados Unidos ha naturalizado a unos 6,6 millones de inmigrantes en la última década, casi 730.000 en 2015.

Ranjit Singh está entre los 4.000 de este martes. Tiene 38 años y llegó a Estados Unidos desde India hace 13 años. Después de la ceremonia se registró para votar en un centro oficial y no partidario ubicado dentro del centro de convenciones.

Su voto aún es una incógnita. "Tengo que pensarlo", dijo este taxista, que evadió cualquiera de los temas polémicos de esta campaña electoral.

En la primera fila de los nuevos estadounidenses estaba también la iraquí Najlah Alneam, de 75 años, que llegó a Estados Unidos hace cinco años para unirse a su hijo Haider Abduljalil, de 45, que entró al país como refugiado en 2006.

"Es un sueño de muchos años", dijo la anciana que no habla inglés y usa al hijo de intérprete. ¿Y por quién va a votar? "No lo sé, no me quiere decir", lanzó el hombre con una carcajada.

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