Los errores de Podemos que no cometió Rajoy

  • Rajoy es un pavisoso de tomo y lomo, un flojeras de cuidado, incluso un presidente de Gobierno mediocre, pero si lo comparas con los otros líderes que pululan por España...

    Nadie sabía a qué jugaban los de UP. ¿Eran socialdemócratas, comunistas, extrema izquierda, transversales…?

Podemos admite que ha "descuidado" los círculos
Podemos admite que ha "descuidado" los círculos
EUROPA PRESS
José Luis Roig / @joseluisroig

¿Tú mujer está buena? –¡Hombre!, depende de con quién la compares. Con Mariano Rajoy pasa algo parecido. Rajoy es un pavisoso de tomo y lomo, un flojeras de cuidado, incluso un presidente de Gobierno mediocre, pero si lo comparas con los otros líderes que pululan por España: Sánchez, Rivera, Iglesias, Garzón… se te viene arriba sin necesidad de que le auxilies mucho. No es que Rajoy se mude en Indiana Jones, pero si lo confrontas parece menos torpe.

Los demás líderes antes mencionados tienen la circunstancia de no haber hecho casi nada, salvo quejarse, y sin embargo Rajoy, a pesar de sus meteduras de gamba, les aventaja ampliamente en las urnas. Lo que pasó el 26-J, fecha histórica, se puede resumir en una sencilla sentencia: El PP ganó porque una amplia mayoría de españoles no son tontos y prefieren lo malo conocido a lo malo por conocer. Es el viejo adagio de no ir de “Guatemala” a “Guatepeor”.

Rajoy siempre repite en todas sus campañas que él es un político previsible. Esta “característica”, que para un cómico o para un Latin Lover sería letal, para un político es mano de santo, virtud indispensable para prosperar. A los electores nos gustan poco las sorpresas: a lo sumo que nos toque la lotería, que nos inviten a cenar marisco, que nos asciendan en el trabajo, y poco más. Pero a la hora de votar nadie quiere sorpresas con su papeleta. Todo ciudadano quiere saber para qué servirá su voto y a quién servirá.

Y ese ha sido uno de los grandes errores de Unidos-Podemos. Nadie sabía a qué jugaban los de UP. ¿Eran socialdemócratas, comunistas, extrema izquierda, transversales…? El único que supo garantizar el voto, convertirlo y convertirse en previsible fue Rajoy. El líder del PP supo atraer los votos de gente que no tenía muy claro en qué podía acabar la contienda electoral. El miedo a lo desconocido, a lo imprevisible, funcionó y benefició a Rajoy. El juego incierto de PSOE y C’s, pero sobre todo UP, propició que el voto útil y conservador creciera.

Los de Podemos, que estos días se están psicoanalizando para saber “dónde está nuestro error sin solución”, ya se han percatado de que una de sus grandes faltas es su ambigüedad. El lunes Iñigo Errejón decía: “El Podemos que debe gobernar es otra cosa. Es un Podemos más predecible y menos sexy y que genera menos ilusión entre los sectores más movilizados pero al mismo tiempo menos incertidumbre y menos miedo entre los electores”.

Ah, el miedo, bendito miedo, que ha evitado que este país se complicara aún más la vida votando a un partido imprevisible, que todavía no tiene claro su grado de comunismo y de extremismo, ni lo que quiere ser de mayor, y que hasta la fecha no ha hecho nada extraordinario, simplemente reprochar, y que ahora en la oposición veremos qué aporta de bueno y de nuevo a la vida política española.

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