Así lo ha plasmado Esperanza Aguirre en su libro 'Yo no me callo', presentado este martes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y en el que además asegura que aún no sabe qué sucedió en el caso del presunto espionaje a políticos del PP en 2008.
"Hoy todavía sigo sin saber qué fue aquello, no sé lo que sucedió, pero si sucedió algo, desde luego, no pudo ser para espiar a Alfredo Prada, en aquella primavera de 2008 era el aguirrista más conspicuo de todos los aguirristas", recoge Aguirre en su libro.
La presidenta habla sobre los supuestos seguimientos tras abordar el Congreso de Valencia, en el que Prada pasó a integrar el Comité Ejecutivo Nacional del PP.
Según la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Prada le comentó la propuesta que le había hecho la que iba a ser secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, para formar parte de ese Comité a lo que ella le contestó que se iba a interpretar "como una traición".
"¡Qué tontería, será fenomenal, así estamos representados en la Nacional y así te puedo informar de todo lo que allí se diga y se haga!", relata Aguirre que le contestó Prada. Sin embargo, a pesar de las palabras del exconsejero, la expresidenta asegura que "efectivamente, se interpretó como una traición".
Aguirre considera que Prada pasó a ocupar el sillón vacío que el expresidente Ignacio González dejó en el Comité Ejecutivo Nacional porque tras la reunión de este Comité el 2 de junio de 2008 Rajoy "probablemente" decidió sacar a González de este órgano.
Y es que, según Aguirre, González leyó un "discurso muy duro en la línea de defender que los del PP" tenían que dejar de estar "acomplejados ante los socialistas".
LLAMADO A DECLARAR EN LA ASAMBLEA
A día de hoy, Prada acaba de ser llamado a declarar en la próxima comisión de investigación sobre corrupción en la Asamblea de Madrid junto al exconsejero de Presidencia, Justicia e Interior Francisco Granados, al expresidente regional Ignacio González y al exasesor de Seguridad José Manuel Rodríguez.
Así lo ha decidido este martes la Mesa de la comisión para la sesión del viernes 22 de abril con la que se cerrará el asunto sobre el supuesto caso de espionaje entre miembros del PP de Madrid en torno a 2008.
De este modo, se han enviado o vuelto a enviar, dependiendo del caso, los requerimientos a los comparecientes. La presencia de Granados, encarcelado preventivamente por el caso Púnica, la tendrá que tomar el juez del caso e Instituciones Penitenciarias. Prada ya dijo hace días que sí comparecería.
LA CIUDAD DE LA JUSTICIA
Según plasma Aguirre en 'Yo no me callo', fue Alfredo Prada, como consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, quien le aseguró que "absolutamente todos los estamentos que intervienen en la administración de la Justicia" consideraban "imprescindible" que la Justicia de Madrid se impartiera en "unos edificios adecuados".
Aguirre preguntó a Prada quién iba a pagar eso, por la Ciudad de la Justicia, y Prada dijo que podría hacerse "sin que al contribuyente le constara un duro, porque se podía sufragar con el dinero que la Comunidad obtuviera de la venta de los múltiples edificios desperdigados por todo Madrid, en los que entonces se estaba impartiendo Justicia".
La portavoz del Grupo Municipal del PP en el Consistorio madrileño afirma en su libro que "se podrían obtener importantes plusvalías con las que afrontar los gastos de esa nueva Ciudad de la Justicia". Además, ha asegurado que "todos querían que Madrid construyera una nueva Ciudad de la Justicia y a todos les gustaba la idea de que los nuevos edificios estuvieran firmados por algunos de los nuevos arquitectos mundiales".
Sin embargo, al expresidenta del PP madrileño asegura que se paralizó el proyecto porque con la crisis económica iba a ser "imposible" vender a buen precio los edificios de las viejas sedes porque el mercado inmobiliario había pegado un bajón impresionante y, por tanto, "iba a ser imposible tener el dinero necesario". "Suspender la ejecución del proyecto fue acertada", asegura.
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