Ya hay fecha para la investidura, pero si es fallida, las elecciones serán en Navidad

  • Si Rajoy no consigue la abstención de PNV y de un diputado o más de otro grupo en la segunda votación, los comicios se celebrarán el 25 de diciembre, Día de Navidad.

    La fecha elegida para la investidura es la menos mala. Si la hubiera retrasado una semana más, se habría celebrado coincidiendo con la campaña vasca y gallega.

La fecha de investidura lleva al Día de Navidad unas terceras elecciones, si son necesarias
La fecha de investidura lleva al Día de Navidad unas terceras elecciones, si son necesarias
EUROPA PRESS

El candidato del Partido Popular y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se someterá al debate de investidura el próximo 30 de agosto. Lo hace tras aceptar las seis condiciones de Ciudadanos para luchar y acabar con la corrupción, un requisito necesario para obtener el apoyo de la formación naranja. Ciudadanos y PP firmarán este viernes el Pacto anticorrupción y desde ese momento se empezará a negociar la investidura.

Una vez fijada para el día 30 la fecha de la investidura, la primera votación, para la que precisa de mayoría absoluta, se celebrará el día 31, mientras que la segunda, será el día 2 de septiembre.

Si nada cambia, en la primera votación, Rajoy contaría con el sí de sus 137 diputados, los 32 de Ciudadanos y uno de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, en total 170, lo que le dejaría lejos a seis votos de la mayoría absoluta, teniendo en cuenta que, en principio, los 180 diputados restantes no votarían a favor.

La siguiente votación tendría lugar el lunes 2 de septiembre y ahí se requeriría mayoría simple, es decir, más diputados que votasen a favor del candidato que en contra. De esta forma, serían necesarios 11 abstenciones, que podrían venir de los cinco diputados del PNV y de otros grupos o simplemente que se ausentasen seis diputados.

Rajoy, en cualquier caso, lo sigue teniendo complicado, ya que el PSOE ha dejado claro su no rotundo, que no es fácil la abstención del PNV y que el resto de la Cámara -independentistas y Podemos- tiene claro su no.

Si finalmente Rajoy no sale investido ni en primera ni en segunda votación, se abrirá un periodo de dos meses para que un candidato los logre. Cumplido el plazo, se convocarán nuevas elecciones, que serían el día 25 de diciembre, el día de Navidad.

Y la elección de la última semana de agosto y no la primera de septiembre ha sido la menos mala, ya que las votaciones para investir a Rajoy hubieran coincidido en plena campaña electoral de gallegas y vascas. Y peor incluso hubiera sido retrasarlo hasta después de estas elecciones -previstas para el 25 de septiembre-, puesto que se corría el riesgo de incumplir el compromiso de enviar a Bruselas los Presupuestos el 15 de octubre.

Los dirigentes de Ciudadanos habían exigido que la investidura no se retrase más allá del 6 de septiembre, para poder sacar adelante los presupuestos cumpliendo con los plazos establecidos por Bruselas y porque en ningún caso la investidura debería coincidir con las campañas electorales vasca y gallega, que empiezan el 9 de septiembre y culminan el 25.

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