Peres y Abás aseguran ante el Papa que Israel y Palestina desean fervientemente la paz

    • Peres y Abás se han reunido con el Papa en los Jardines del Vaticano para rezar por la paz en Oriente Medio. La ceremonia ha reunido a la tradición judía, cristiana y musulmana.
    • Francisco ha apostado por "tomar el camino de la paz" y Abas y Peres han expresado su deseo de llegar a ella. Después de la ceremonia, se han estrechado la mano.
Israelíes y palestinos afirman ante el Papa estar listos para la paz
Israelíes y palestinos afirman ante el Papa estar listos para la paz

El papa Francisco ha instado este domingo a "derribar los muros de enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz", durante la oración por la paz que ha celebrado esta tarde en los Jardines del Vaticano junto con los presidentes de Israel, Simón Peres, y Palestina, Mahmud Abás.

Se trataba de una iniciativa sin precedentes que sorprendió a todos. Jorge Maria Bergoglio fue el artífice de promover este encuentro tras su visita a Tierra Santa a finales de mayo. Allí invitó a los dos líderes a reunirse en el Vaticano para acercar a los representantes de dos territorios en guerra. La cita tenía un gran significado. Ni el Papa ni sus invitados han entrado en cuestiones políticas para resolver los problemas de Oriente Medio, sino que simplemente se han unido para rezar y para hacer un alegato por la paz.

Todo estaba milimétricamente preparado. Hasta el lugar escogido: los Jardines del Vaticano, un sitio sin símbolos de ninguna de las religiones, para que nadie se sintiese incómodo.

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Los tres líderes han orado por la paz y ha invocado a Dios. Uno después de otro, en una ceremonia que ha constado de tres partes. Ha comenzado la delegación judía, después la católica, y por último, la musulmana, siguiendo el orden cronológico de las tres religiones.

En cada ocasión, ha habido un primer momento de acción de gracias por la Creación; se ha seguido con una oración de perdón; y finalmente una invocación de paz. Entre pasaje y pasaje, un cuarteto de cuerda interpretaba piezas musicales de la tradición judía, cristiana y musulmana.

Finalmente, los tres protagonistas han pronunciado unas palabras. El primero ha sido el antifrión, el Papa Francisco, que ha defendido "el camino del diálogo y de la paz". Después, han tomado la palabra el presidente de Israel, Simon Peres, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, por este orden. Ambos han destacado que sus dos territorios "desean fervientemente la paz".

La ceremonia ha terminado con un gesto de paz: los dos líderes y el pontífice se han estrechado la mano. Después, los tres, en un lugar cercano, han plantado sendos olivos como símbolo de la paz."Un gran signo de fraternidad"

En su intervención, el Papa Francisco ha alabado la presencia de los dos presidentes, que ha considerado "un gran signo de fraternidad, que hacen como hijos de Abraham, y expresión concreta de confianza en Dios, Señor de la historia, que hoy nos mira como hermanos uno de otro, y desea conducirnos por sus vías".

Francisco ha recordado que este encuentro está "acompañado por la oración de tantas personas, de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones".

Dicho encuentro responde "al deseo ardiente de cuantos anhelan la paz y sueñan con un mundo donde hombres y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios o enemigos", ha dicho.

Francisco se ha dirigido a los mandatarios para indicarles que "los hijos están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz".

Ha sido entonces cuando ha afirmado que todos "piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz, para que triunfen el amor y la amistad"."Han caído víctimas inocentes de la guerra"

En su discurso, pronunciado en italiano, ha recordado cuántos "han caído víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración". Y ha pedido que"su memoria" dé las fuerzas para "perseverar en el diálogo a toda costa, la paciencia para tejer día tras día el entramado cada vez más robusto de una convivencia respetuosa y pacífica".

Francisco ha considerado que "para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra". "Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo", ha añadido.

Al dirigirse a sus interlocutores les ha pedido que no renuncien a sus responsabilidades y ha afirmado que hay que responder a "la llamada para romper la espiral del odio y la violencia; a doblegarla con una sola palabra: hermano".

Y ha concluido su discurso con una oración en la que ha explicado cómo durante años se han vivido "momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas y tantas esperanzas abatidas" en el vano intento de resolver los conflictos."¡Nunca más la guerra!"

"¡Nunca más la guerra! Con la guerra, todo queda destruido", ha dicho el papa, que ha rogado al Señor para que infunda "el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz".

"Danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón", ha continuado orando el papa.

La súplica del pontífice ha concluido con un ruego para que "el estilo de nuestra vida se convierta en 'shalom', paz y 'salam'".Simon Peres: "Aunque la paz parece que esté muy lejos, debemos ir tras ella"

"Tenemos que perseguir la paz. Cada año. Todos los días. Nosotros saludamos con esta bendición: 'Shalom', 'Salam', y debemos ser dignos del significado profundo y exigente de esta bendición. Aunque la paz parece que esté muy lejos, debemos ir tras ella, para acercarla", ha exclamado el presidente Peres.

Y ha afirmado que israelíes y palestinos "desean todavía ardientemente la paz"."La lágrimas de las madres por sus hijos todavía están grabadas en nuestros corazones. Debemos poner fin a los gritos, la violencia, los conflictos. Todos necesitamos la paz. La paz entre iguales", ha añadido.

El presidente de Israel ha asegurado que los israelíes y los palestinos pueden "ahora y juntos" transformar "su noble visión en una realidad de bienestar y prosperidad". "Está en nuestro poder llevar la paz a nuestros hijos. Este es nuestro deber, la santa misión de los padres", ha agregado.

Perez ha recordado que durante el viaje a Tierra Santa, el papa con "la sinceridad de sus intenciones, su modestia y su bondad tocó los corazones de personas, independientemente de su fe o nacionalidad", y ha definido al pontífice como "un constructor de puentes de fraternidad y de paz".

"Mi agradecimiento a Su Santidad desde el fondo de mi corazón por iniciar este encuentro importante aquí, en el Vaticano", ha dicho Abás. "Esta visita es una expresión sincera de su creencia en un intento pacífico y verdadero para alcanzar la paz entre palestinos e israelíes", subrayó Abás, quien añadió que los palestinos quieren una "paz justa, (una) vida digna y libertad".

Y ha formulado su petición a Dios para que "haga próspero y prometedor el futuro de nuestra gente, así como libertad en nuestro estado soberano e independiente". "Concede, Señor, seguridad a nuestra región y a nuestro pueblo, seguridad y estabilidad", ha pedido el presidente palestino.Abás pide "libertad" para Palestina

Abás citó el evangelio de San Lucas para aludir a las palabras de Jesús dirigidas a la ciudad de Jerusalén: "Si hubieras conocido en este día el camino de la paz" y ha recordado que el papa san Juan Pablo II aseguró que "si la paz llega a Jerusalén, llegará a todo el mundo".

El presidente palestino se ha referido repetidamente a esta ciudad en su intervención, a la que ha denominado como"nuestra ciudad santa", así como a la cercana Belén, a la que ha nombrado como "la ciudad del amor y la paz y la cuna de Jesucristo".


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