Palestina recuerda a Arafat en un momento de máxima tensión con Israel

    • La paz entre Israel y Palestina está en punto muerto y cada vez más cerca del estallido de una tercera intifada.
    • Los choques violentos en Jerusalén, la colonización de Palestina y la detención de ciudadanos, entre los motivos para el estallido de una espiral de violencia en la región.
Miles de palestinos se dan cita en Ramala para conmemorar la figura de Arafat
Miles de palestinos se dan cita en Ramala para conmemorar la figura de Arafat

"Notamos de nuevo ese sentimiento opresivo de amenaza a la seguridad física y todo el mundo empieza a preguntarse ¿hago bien en ir en coche a Jerusalén? ¿Hago bien en tomar el autobús?" escribe el periodista Alex Fishman en el periódico Yediot Aharonot, uno de los más vendidos de Israel. Los ecos de la tercera intifada suenan alto en Israel donde la escalada de violencia de las últimas semanas muestra que la intimidación y el crimen se han apoderado de las calles de Jerusalén, Tel Aviv y las ciudades del norte del Israel como Haifa con abundante población árabe israelí.

A pesar de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, niega que el conflicto árabe-israelí esté a las puertas de una nueva Intifada, algunos líderes de la resistencia aseguran que ya empezó. Es el caso del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina quien subrayó el pueblo palestino está a punto de iniciar la Tercera Intifada debido a las políticas violatorias del régimen de Israel.

Además, otro histórico Mustafa Barguti, miembro de la Organización por la Liberación de Palestina y líder de la primera Intifada, insistió a través de una carta escrita desde la cárcel y publicada en Jerusalen Post que "los palestinos tienen que continuar con la resistencia armada". En su opinión "Israel ha provocado la tercera Intifada. (...) Para mí, cuando digo Intifada me refiero a un estado general de opinión pública y de compromiso con acciones de resistencia. Si nos ajustamos a esa definición, estamos sin ninguna duda en una nueva Intifada"

En los últimos meses los episodios violentos se producen a diario tanto en territorio israelí como palestino. Muchos de los ataques son atropellos mortales, lo que ha llevado a la creación de un nuevo término para referirse a esta acción violenta: el coche intifada en el que las piedras se han cambiado por vehículos. En las tres últimas semanas se han producido dos atentados terroristas en Jerusalén con atropellos intencionados que han dejado seis muertos tres civiles, un policía y los dos conductores. Entre las víctimas, un bebé de solo tres mes.

Además, a finales de octubre recibió rabino ultranacionalista, Yehuda Glick, recibió varios disparos por los que tuvo que ser ingresado grave. Este incidente llevó a la policía israelí a cerrar todos los accesos a la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la venerada mezquita de Al Aqsa, Fue la primera vez que la citada explanda, conocida por los judíos como Monte del Templo, es cerrada al rezo musulmán en más de 40 años y la primera vez que se impiden las visitas turísticas desde que en septiembre de 2000 entró en ella el entonces líder de la derecha israelí y luego primer ministro de Israel, Ariel Sharon, en un gesto que fue el preludio de la segunda Intifada palestina. En Tel Aviv, se produjeron choques entre la Policía israelí y jóvenes árabes de Jaffa. Además, la ira se ha trasladado a otras regiones como Nazaret o Haifa. No cabe duda de que la tensión entre israelíes y palestino se sitúa en niveles de la Segunda Intifada.

Las más de 2.000 víctimas de la Operación Margen Protector, la detención de 2.500 palestinos en los últimos tres meses según la organización de apoyo a los presos Addameer y la construcción de nuevas viviendas en Jerusalén Este y Cisjordania tampoco favorecen que se calme la situación. Otro polvorín en una ya de por sí inestable región.Diez años de la muerte de Arafat

La escalada de violencia coincide con el décimo aniversario de la muerte de Yaser Arafat. Icono de una revolución, padre de Palestina…Su recuerdo permanece vivo. En el puesto fronterizo de Qalandia, que segrega Cisjordania de los barrios de Jerusalén Este, una imagen suya recuerda al padre de Palestina y el muro que divide Palestina de Israel también le recuerda.

Yaser Arafat se convirtió en la encarnación de la causa palestina y luchó personalmente contra Israel antes de convertirse en su interlocutor en un difícil proceso de paz, ahora en punto muerto y cada vez más cerca del estallido de una tercera intifada.

Nació en Jerusalén, aunque se educó en El Cairo. Mientras residía en Kuwait, entre 1957 y 1960, fundó el movimiento al Fatah, del que fue líder oficial hasta su muerte. Fue líder de la OLP y presidente de la Autoridad Palestina. En 1994 se le concedió el premio Nobel por su participación en los Acuerdos de Oslo. Vivió en Ramala desde abril de 2002 hasta su muerte de 2004.

Para la mayoría de israelíes, Yaser Arafat sigue siendo la encarnación del terrorista. Pero una minoría de ellos reconoce no obstante que fue el fallecido líder palestino quien osó concluir los primeros acuerdos con el Estado hebreo.

Durante décadas, cualquier contacto con la Organización de Liberación de Palestina (OLP) dirigida por Arafat era pasible de prisión en Israel. Pero en 1993 pasó a ser un interlocutor legítimo, cuando fue anunciada por sorpresa la conclusión de los acuerdos sobre la autonomía palestina negociada en secreto en Oslo.

El estallido de la segunda Intifada en el año 2000 lo convirtió de nuevo, a ojos de los israelíes, en un enemigo decididamente irreductible. Arafat sigue siendo no obstante quien logró un avance importante en las relaciones con Israel y quien permitió que quizás un día la opción de dos Estados se convierta en realidad.

En 2004, con la muerte de Arafat, los israelíes anunciaban que el obstáculo para la paz desaparecía con él. Diez años más tarde, acusan a Abas de "no ser un hombre de paz" y le reprochan su reconciliación reciente con Hamas.

Los palestinos más dividos que nunca

El décimo aniversario de la muerte de Arafat coincide con uno de los epiosodios más violentos en la región y con posturas irrecociliables entre los palestinos.

El presidente Mahmud Abas lanzó la primera salva, responsabilizando a "los dirigentes de Hamas" de ataques terrotistas y acusando al movimiento islamista de "destruir" la precaria reconciliación firmada hace unos meses entre los dos rivales históricos.

La respuesta de Hamas no tardó en llegar: todo esto no son más que "mentiras", "insultos" y "desinformación", cuando "el pueblo palestino necesita a un presidente valiente", diez años después de la muerte de su icono nacional.

Las celebraciones del décimo aniversario del que todos llaman por su nombre de guerra, Abu Amar, debían ser la ocasión para consolidar la reconciliación que dio lugar a un gobierno de unidad. Pero en realidad fueron la espoleta que hizo entrar a los palestinos en una nueva espiral de disputas fratricidas.

La franja de Gaza se despertó también artes más dividida que nunca. Tras la serie de explosiones del viernes contra casas y coches de dirigentes del Fatah (el partido de Abas) Hamas anunció que no podría garantizar la seguridad durante las celebraciones, que fueron anuladas.

Fatah acusó de ello a Hamas, que se resiste a entregar las llaves del poder a la Autoridad Palestina de Abas, sucesor de Arafat.

El movimiento islamista condenó los atentados y denunció una campaña contra él. Pero la división, que casi provoca en 2007 una guerra civil, no ha hecho más que agravarse.

Privado de su victoria en las legislativas de 2006, Hamas expulsó un año más tarde al Fatah de Gaza. En la pasada primavera, los palestinos formaron un gobierno de unidad y Fatah fue autorizado por primera vez desde 2007 a celebrar el aniversario de la muerte de su jefe histórico en Gaza.135 países reconocen a Palestina

La semana pasada, Suecia se convirtió en el miembro número 135 de las Naciones Unidas en reconocer oficialmente a Palestina como estado independiente. Su reconocimiento provocó un incidente diplomático entre el país europeo e Israel.

Sobre el terreno, la existencia de un estado palestino es cada vez menos viable. El aumento de colonias israelíes en Cisjordania y el Este de Jerusalén y el bloque de la Franja Gaza hacen casi inviable la creación de un estado. Mirar un mapa de Cisjordnia es como ver la piel de un leopardo donde los territorios palestinos están divididos entre sí. Precisamente, la expansión israelí frente a Palestina y la falta de entendimiento entre los mandatarios de ambos territorios hacen casi imposible dotar de soberanía a Palestina.

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