Los científicos encuentran la solución para frenar el cambio climático

  • Han conseguido convertir el dióxido de carbono en piedra, en un experimento inédito llevado a cabo en la central térmica más grande del planeta.

    Cada año las empresas arrojan 40 mil millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. El descubrimiento, publicada en la revista Science, representa la mayor esperanza.

Central térmica de Andorra.
Central térmica de Andorra.
Diego Caldentey

Científicos han convertido el dióxido de carbono que produce una planta de energía de Islandia en minerales, un descubrimiento que puede ser un gran paso para frenar el cambio climático provocado por los combustibles fósiles.

Un proyecto llevado a cabo en Hellisheidi Geothermal, la planta de energía termal más grande del mundo, que está situada en Islandia, se ha convertido en la nueva gran esperanza para combartir el cambio climático.

Ken Caldeira, científico climático del Instituto Carnegie, acaba de anunciar la conversión del dióxido de carbono que produce esa planta de energía de Islandia en minerales.

Este hallazgo representa un enorme avance y podría trazar la nueva hoja de ruta para frenar el cambio climático provocado por los combustibles fósiles, según ha anunciado.

Las plantas termales, como la de Hellisheidi se nutren del calor volcánico, que a su vez 'fabrica' basalto. Esta piedra se encuentra en los flujos de la lava y conforma la corteza oceánica.

El experimento científico ha consistido en mezclar desechos de carbono con agua, para después bombearla en el basalto. Debido a este proceso se convierte en calcita, un componente de la roca caliza.

Juerg Matter, profesor de geoingeniería de la Universidad de Southampton y coautor de un estudio donde se anuncia este descubrimiento en la revista Science, ha manifestado en la Universidad de Columbia: "Tenemos que enfrentar las emisiones de carbono. Es lo último en almacenamiento permanente, convertirlas de nuevo en piedra".

En Islandia, una cumbre de científicos de diferentes países inyectaron bajo tierra 250 toneladas de dióxido de carbono. En apenas dos años, esas toneladas se convirtieron en calcita inofensiva.

Ahora, es verdad que el proyecto presenta un obstáculo importante: por cada tonelada de dióxido de carbono se requiere de 25 toneladas de agua para concretar el proceso.

La planta de Hellisheidi bombea el agua evaporada del subsuelo, así que tiene una amplia reserva. Pero el desafío será aplicar esta técnica en termales donde no existe abundancia de la misma.

Por este motivo, una de las alternativas es la utilización de agua salada, aunque su eficacia todavía no está probada. Su uso podría solamente ser factible en lugares donde haya disponible agua del océano.

Cada año, las empresas arrojan 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Reykjavik Energy, la empresa que posee la planta de energía térmica en Islandia, ha realizado experimentos, inyectando 5.000 toneladas de la mezcla en el suelo.

Una opción para pasaría por mantener los combustibles fósiles siempre que las compañías pudieran prevenir las emisiones de carbono a la atmósfera. "Necesitamos una gran campaña política que permita que los actores involucrados puedan verse a sí mismos como parte de la solución al problema. Si a las grandes compañías de combustibles fósiles se les transmite la sensación de que no van a jugar ningún papel en los futuros sistemas de energía, claramente estaremos creando oponentes políticos que no contribuirán en la lucha contra el cambio climático", han concluido los científicos en el informe.

Mostrar comentarios