Colmenar Viejo (Madrid), 25 ago.- El diestro Alberto Aguilar cortó la única oreja del segundo festejo de la madrileña feria de los Remedios de Colmenar Viejo, en el que el poco juego de los toros condicionó sobremanera el devenir de la tarde.
FICHA DEL FESTEJO.- Tres toros -primero, quinto y sexto- de Aurelio Hernando, bien presentados y de poco juego; y otros tres -segundo, tercero y cuarto- de Carmen Segovia, bien presentados también y deslucidos.
Javier Castaño, silencio y silencio.
Alberto Aguilar, oreja y gran ovación tras dos avisos.
Juan Carlos Rey, silencio y silencio.
La plaza tuvo dos tercios de entrada en tarde soleada.
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MOMENTO DE DULCE
Alberto Aguilar fue el nombre de la tarde no sólo por ser el único en "tocar pelo", sino porque de sus trastos brotó el toreo más importante frente a su primero, al que exprimió al máximo en una faena de poder y firmeza.
Pudo haber paseado otro trofeo del quinto, un toro muy parado con el que el madrileño estuvo nuevamente firme y muy capaz para sacar todo lo que tenía dentro el astado. Su fallo a espadas lo dejó todo en una ovación.
Castaño dejó algunos muletazos estimables a su primero, que enseguida se desfondó. Y no pudo redondear tampoco el salmantino en el cuarto, otro toro que se apagó a las primeras de cambio en la muleta.
Al local Juan Carlos Rey le tocó bailar con la más fea. Pues ni el áspero tercero ni el remiso sexto le permitieron más que mostrar su voluntad antes sus paisanos de Colmenar Viejo.
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