Barcelona, Girona, Mataró y Lleida mostrarán centenar de obras de Viladomat

  • Cinco exposiciones en Barcelona, Mataró (2), Girona y Lleida reivindican conjuntamente la relevancia del pintor Antoni Viladomat en el Barroco a través de un centenar de obras, entre pinturas, su obra religiosa y sus dibujos, la mitad de ellos inéditos o poco vistos.

Barcelona, 6 may.- Cinco exposiciones en Barcelona, Mataró (2), Girona y Lleida reivindican conjuntamente la relevancia del pintor Antoni Viladomat en el Barroco a través de un centenar de obras, entre pinturas, su obra religiosa y sus dibujos, la mitad de ellos inéditos o poco vistos.

Aunque las cinco exposiciones, que se inauguran el próximo 10 de mayo y que estarán abiertas hasta noviembre, se enmarcan en los actos del tricentenario de la Guerra de Sucesión española, los museos preparaban este trabajo colectivo desde hacía cinco años.

El Museo de Arte de Girona comenzó el proyecto, al que se sumaron posteriormente cuatro instituciones museísticas de las otras tres ciudades.

El comisario de las exposiciones, Francesc Miralpeix, autor de una tesis doctoral sobre Viladomat, ha explicado hoy que cada una de las cuatro ciudades mostrará "una perspectiva diferente de la vida, la obra y el contexto histórico de Viladomat, que explican su éxito e importancia".

Miralpeix ha sido también el autor de la extensa monografía que se ha editado para la ocasión, que es el primer catálogo razonado de toda la producción de Viladomat, el cual cataloga 320 obras entre dibujos y pinturas, lo que lo convierte en "uno de los artistas sureuropeos del Barroco de los que se conserva más obra".

Para el comisario, Antoni Viladomat (1678-1755), el pintor más relevante de las primeras décadas del siglo XVIII, entronca con la tradición anterior y acaba emergiendo pasada la Guerra de Sucesión con una propuesta estética propia y una capacidad de asumir encargos en su taller.

El dibujo es una de las principales aportaciones de Viladomat, "uno de los primeros en enseñar dibujo en su taller, no sólo a sus aprendices, sino también a artesanos como orfebres o vidrieros".

Ilustra su personalidad artística su negación a formar parte del Colegio de Pintores, con el que pleiteó en dos ocasiones reclamando la libertad de no estar colegiado para ejercer el arte de la pintura.

En la exposición "El hombre, el artista, la obra", el Museo de Arte de Girona propone un recorrido por los objetos que recogen la memoria y la fama póstuma del pintor: elogios, dedicatorias, cuadros, estatuas, monografías, sellos.

Las claves del éxito de su pintura se podrán descubrir a través de una selección de dibujos, de cuadros de temática religiosa, de retratos, de bodegones o de escenas de género.

Por primera vez se expondrá su "Autorretrato", recientemente localizado en el fondo del MNAC, así como el raro pendón de Corpus del capítulo de la Catedral de Girona.

El Museo de Lleida Diocesano y Comarcal pone el acento en "El relato pintado" en la vertiente más pedagógica del arte de Viladomat, y en su habilidad para componer historias, con piezas como el ciclo de la "Vida de San Francisco", del antiguo claustro franciscano de Barcelona.

O el cuadro "Jesús entre los doctores del templo" del Monasterio de Montserrat, o una "Santa Quiteria", que incluye una vista inédita de la Lleida del siglo XVIII.

En el Museo de Mataró, que ya acogió la primera antológica del pintor en 1990, presentará en esta ocasión obras inéditas o poco vistas.

En la misma ciudad, el Museo-Archivo de Santa María mostrará el conjunto de los Dolores, iniciado en 1708 por Joan Gallart, que falleció en 1714 durante el sitio de las tropas borbónicas a Barcelona, y que Viladomat completó tras la guerra.

El MNAC muestra una selección de dibujos del pintor y de algunos de sus discípulos como los hermanos Manuel y Francesc Tramulles.

Aunque no se conoce que Viladomat realizara ningún viaje fuera de Cataluña, Miralpeix ha asegurado que entró en contacto con pintores europeos que se establecieron en la breve corte austriacista (del archiduque Carlos de Austria, durante la Guerra de Sucesión española) en Barcelona; entre ellos, el escultor alemán Konrad Rudolf.

Además, Viladomat tenía conocimiento del arte que se hacía en los centros hispánicos y europeos a través de los grabados o de las obras que llegaban al puerto de Barcelona.

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