Dibujantes subrayan el papel esencial de Berenguer en el cómic español

  • El editor Josep Maria Berenguer, fallecido en Barcelona a los 67 años, fue "un domador de leones", capaz de reunir en una revista mítica como "El Víbora" a autores de "todo pelaje" y condición, algunos de los cuáles han coincidido hoy en subrayar el papel clave de este pionero.

Barcelona, 24 abr.- El editor Josep Maria Berenguer, fallecido en Barcelona a los 67 años, fue "un domador de leones", capaz de reunir en una revista mítica como "El Víbora" a autores de "todo pelaje" y condición, algunos de los cuáles han coincidido hoy en subrayar el papel clave de este pionero.

El diseñador Javier Mariscal recordaba hoy los años en los que ambos colaboraron, después de que Berenguer recogiese a varios dibujantes que trabajaban en tebeos ilegales: "Con 'El Víbora' buscó hacer un grupo lo más amplio posible, con gente muy diversa", señala el autor de Los Garriris.

Pero esta labor de editor no le resultó nada fácil: "Con una panda, cada uno con sus problemas y con una informalidad bestial, que le pedíamos que nos pagara de forma rápida", subraya Mariscal, para quien Berenguer "fue un gran equilibrista entre lo posible y la locura de unos jóvenes aristas, en un momento en España en el que el cómic no se tenía en cuenta como ahora".

El director del Salón del Cómic de Barcelona, Carles Santamaría, subraya que "no se puede entender el cómic en España sin su aportación como editor" y asevera que "El Víbora" fue la revista que "revolucionó el panorama".

A la vez, cree que su legado perdurará gracias a Ediciones La Cúpula, con un extenso catálogo que incluye a los grandes nombres de España pero también a referencias internacionales como Robert Crumb, Gilbert Shelton, Martin Veyron, René Petillon, Art Spiegelman, Peter Bagge o Charles Burns.

El dibujante Miguel Gallardo, que también estuvo en "El Víbora", coincide con Mariscal en que "fue el aglutinador de toda una generación de dibujantes de diferentes escuelas españolas, de Cataluña, Madrid y Valencia", a los que "dio un portal" para que pudieran desarrollarse "como profesionales".

El escritor y cineasta Hernán Migoya, que trabajó con Josep Maria Berenguer durante 8 años, ha destacado que fue "el gran editor de cómic underground de España, alguien que con su revista provocó la ruptura con los formalismos, un símbolo de libertad creativa".

En su opinión, aunó a los grandes del cómic español como Max, Nazario o Miguel Gallardo y consiguió con los años "un catálogo demoledor, también a nivel internacional".

Asimismo, ha rememorado que en sus inicios contó con el apoyo del editor, guionista y dibujante Josep Toutain, una persona a quien siempre mostró su agradecimiento.

Cosmopolita, divertido, "bon vivant", todos sus amigos reconocen que Berenguer era un libertario "con una filosofía muy positiva de la vida y que se la jugó cuando no era nada fácil sacar cada mes una revista como 'El Víbora' a la calle".

Para Joan Navarro, director de Editores de Tebeos (EDT), con quien el fallecido mantuvo una relación de amistad de más de 30 años -a pesar de que él dirigía "Cairo", competencia de "El Víbora"- Berenguer fue sobre todo un hombre honesto "sin pelos en la lengua", capaz de meterle "el dedo en el ojo" a quien le resultara molesto, una actitud rebelde que provocaba cierto temor entre quienes no le conocían bien.

Además de su capacidad para agrupar bajo una cabecera a "gente de todo pelaje, inagrupable", Berenguer fue un pionero y un descubridor hasta el final.

"Tenía una mirada de editor difícil de encontrar, y supo mantenerlo con una coherencia total", señala el director de EDT, que recuerda la valentía de Berenguer con el número especial que "El Víbora" dedicó al 23-F pocos días después del golpe de estado: "Tuvo dos cojones y medio, porque nadie sabía entonces lo que iba a pasar", rememora.

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