El Cordobés y el becerrista Jonathan Anaya cortan un rabo en Malagón

  • El diestro Manuel Díaz "El Cordobés" y el becerrista local Jonathan Anaya fueron los grandes triunfadores, con un rabo cada uno, del festejo celebrado hoy en la localidad ciudadrealeña de Malagón, en el que salió también a hombros el rejoneador Miguel Ángel FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros de Madroñiz y tres erales de El Cortijillo, dos de ellos para rejones -primero y sexto- y uno para lidia a pie sin picadores -el séptimo-. Bueno el primero de Madroñiz, justos de raza y fuerza el resto

Malagón (Ciudad Real), 13 sep.- El diestro Manuel Díaz "El Cordobés" y el becerrista local Jonathan Anaya fueron los grandes triunfadores, con un rabo cada uno, del festejo celebrado hoy en la localidad ciudadrealeña de Malagón, en el que salió también a hombros el rejoneador Miguel Ángel

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros de Madroñiz y tres erales de El Cortijillo, dos de ellos para rejones -primero y sexto- y uno para lidia a pie sin picadores -el séptimo-. Bueno el primero de Madroñiz, justos de raza y fuerza el resto.

El rejoneador Miguel Ángel Martín, oreja y oreja.

Manuel Díaz "El Cordobés", oreja, y dos orejas y rabo.

Aníbal Ruiz, oreja y ovación tras aviso.

El becerrista Jonathan Anaya, dos orejas y rabo.

La plaza tuvo casi dos tercios de entrada.

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Largo festejo el celebrado en Malagón, en el que lo más notable salió de la muleta de El Cordobés en el segundo de su lote, un toro noble que no humilló pero que embistió al ralentí, y Manuel Díaz lo condujo a media altura acompasado a esa velocidad.

No hubo ceñimiento pero sí un intento por realizar el toreo de manera ortodoxa, aunque no faltó el salto de la rana, ni en éste ni en su primero, el mejor toro de la corrida, sobre todo por el pitón derecho, lado por el que lo condujo despegado.

Aníbal Ruiz se justificó con un lote incómodo, aunque no anduvo en absoluto acertado con la espada en su segundo, llegando a pinchar hasta en ocho ocasiones.

El rejoneador Miguel Ángel Martín tuvo enfrente a un eral manejable para abrir plaza al que ejecutó una faena desigual, al igual que ocurriera en el desentendido y deslucido novillo que saltó al ruedo en sexto lugar.

El becerrista local Jonathan Anaya se las vio con un eral que tuvo movilidad, con algún pasaje de mejor acople por el pitón derecho. Mató a la primera de manera efectiva y el paisanaje hizo el resto para que a sus manos fuera el rabo.

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