El heredero de Marlborough muestra en Madrid a sus artistas americanos

  • Concha Tejedor.

Concha Tejedor.

Madrid, 15 ene.- Max Levai, heredero a los 26 años del imperio Marlborough y director de la sala de esta prestigiosa galería en el barrio neoyorquino de Chelsea, ha desembarcado en Madrid con su exposición "Eagles II" de 27 artistas contemporáneos norteamericanos.

Pinturas, esculturas, instalaciones, fotografías y obras de técnica mixta de artistas reputados y jóvenes promesas, fechadas casi todas en 2014, ofrecen una instantánea de uno de los escenarios artísticos en ebullición.

"Nunca ha estado tan interesada por el arte una audiencia tan amplia como ahora", ha manifestado a Efe Max Levai, incluido por la revista Forbes en su lista de los 30 personajes más influyentes menores de 30 años, y que inaugura hoy en Madrid la exposición, la primera en España de estos artistas, con algunas obras ya vendidas a coleccionistas españoles y europeos.

"Sí, es un momento de crisis difícil para España, pero al mismo tiempo es Europa", afirma para explicar por qué trae a Madrid esta muestra y añade: "La realidad es que ahora hay muchos y muy distintos mercados del arte".

"No creo que todo sea tan simple como si la burbuja va a estallar o no, creo en la importancia de los grandes artistas", afirma sobre las cifras astronómicas de las últimas subastas, especialmente la de final de año de Christie's en Nueva York que casi alcanzó los míticos 1.000 millones de dólares.

El heredero de la Marlborough está convencido de que un artista como Mark Rothko nunca será menos importante, pero habrá menos obra suya disponible y por definición los precios subirán. Esto no quiere decir, precisa, que algunas cosas no pasen de moda y que se mantenga en el tiempo algo tan extraordinario como que una obra de un artista de ahora alcance el mismo precio que la de un gran maestro.

Aunque muchos de los artistas reunidos en esta exposición sean estadounidenses y jóvenes, "la realidad -dice Max Levai- es que también el mundo del arte se está volviendo cada vez más y más global y muchos de ellos son conocidos en Europa porque están considerados talentos interesantes en este momento".

Hay nichos de coleccionistas europeos que van siguiendo a algunos de estos creadores cuyas obras se pueden conseguir todavía entre los 8.000 y los 15.000 dólares.

No es el caso de otros, como Sterling Ruby, uno de los artistas presentes en la exposición más cotizados en el panorama internacional, muy reconocido y rompedor.

Su impactante obra abstracta "BC (5072)", de 320x243,8 centímetros y de 2014, une tradición y vanguardia y atrae al visitante desde el fondo de la galería. Tela, pegamento, pintura y lienzo teñido sobre panel, ronda los 300.000 dólares y probablemente estará ya vendida antes de que se inaugure la exposición.

Pero la obra más sensacionalista es sin duda "Michael Douglas Carpet Painting 4" una alfombra de 200x300 centímetros en la que aparece el actor chorreado en un sospechoso color marrón. Está compuesta con tapiz, sirope energético, gelatina, pintura acrílica marrón y madera, por Mike Bouchet y su maestro Paul McCarthy, uno de los artistas norteamericanos más conocidos y más transgresores, a punto de cumplir 70 años.

Max Levai dirige desde 2011 la Marlborough del barrio neoyorquino de Chelsea dedicada al arte más arriesgado y vanguardista.

Su padre Pierre Levai, presidente de la Marlborough en la calle 57 de la Gran Manzana, anunció hace unos meses el acuerdo para que no muy tarde su hijo sea el sucesor al frente de la multinacional tras las conversaciones mantenidas con su primo Gilbert Lloyd, responsable de la sede londinense y descendiente directo del fundador de la Galería en esta ciudad en 1946.

"Eagles" (Águilas ) es uno de los proyectos más interesantes y divertidos de la Marlborough de Chelsea, asegura Max Levai, que a finales de 2012 ya trajo a Madrid la primera edición de esta serie de exposiciones, aunque todos los artistas de ahora son diferentes.

"Hay una desconexión, mucho hueco entre lo que está pasando en Nueva York y lo que está pasando en Europa y España y es una manera de tender un puente".

La propuesta artística de la sala de Chelsea está llena de libertad. "En arte es donde más diversidad hay. Los artistas pueden hacer todo lo que ellos quieren. En los últimos años ha habido mucho interés en los trabajos de procesos creativos y ahora, como reacción, estamos viendo una vuelta a la pintura", dice Levai, que ha dedicado a la pintura una sala de la Marlborough de Madrid.

Max Levai ha crecido en el mundo del arte y al cumplir 12 años comenzó a viajar con su padre a Europa y a conocer museos y galerías. Le acompaña la leyenda de ser un gran conocedor y apasionado del arte.

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