Félix Gómez: "Cualquier crisis de crecimiento es dolorosa"

Mérida, 17 jul.- El actor Félix Gómez se muestra tranquilo tras haber estrenado en el Festival de Mérida el monólogo "Asteroide 1583", de Amelia Ochandiano, dentro del ciclo "Mano a mano", una interpretación que le ha provocado una catarsis dolorosa con la que ha crecido.

"Los procesos creativos muchas veces son complicados y conflictivos, pero tienen que serlo porque te provocan un crecimiento y cualquier crisis de crecimiento es dolorosa", dice Gómez en una entrevista con Efe a su paso por la LVII edición del Festival de Mérida.

Con "Asteroide 1583", Félix Gómez ha querido aproximarse en un gran reto personal y profesional al dolor que durante 5.000 años guardó Antíloco, el personaje de la Ilíada que comunicó a Aquiles la muerte de Patroclo, su alma gemela.

En esta línea, el actor sevillano señala que el punto de partida para el monólogo de Ochandiano es el "ya no poder más" de un personaje que "durante tanto tiempo se mantuvo en silencio mientras mentían sobre su vida".

Es este silencio el que termina por provocar la explosión emocional de ira y amor en la que Gómez se sumerge para desarrollar el monólogo, con el que dice haber madurado en un momento vital en el que necesitaba "la armadura de los guerreros de Troya".

Gómez señala que se entregó "de manera inconsciente" a la interpretación de Antíloco y luego comprobó que le exigía dar lo máximo de él, de la manera más honesta y poniendo "toda la carne en el asador, aunque -apunta- luego no se la fuera a comer nadie".

Confiesa sentirse "molido" después de sus interpretaciones en la Alcazaba de Mérida, donde, dice, hubo una energía "muy bonita" con el público que le hizo meterse en "una ola de treinta minutos", que es el tiempo que dura la función, y que le se supo a poco.

Pocos podían imaginar la energía que ha exhibido Gómez en el escenario cuando aún estudiaba Derecho en Sevilla, "mi vida estaba programada para ser burócrata y me convertí en artista, alguien me abrió los ojos y me hizo ver que podía ser otra cosa", revela.

Este joven de 33 años, que inició su trayectoria profesional en la serie de Canal Sur "Plaza Alta", confiesa no tener sueños que cumplir ni la sensación de haberse dejado nada en el tintero.

"No me gusta arrepentirme, vivo la vida muy a tope y si tomo una decisión la llevo adelante, aunque si tengo que pedir perdón lo hago", indica.

Su trayectoria le ha llevado a protagonizar la serie televisiva "La República", en la que da vida a Fernando, el primogénito de la familia de la Torre, y con cuyo personaje está encantado, ya que se trata de "un período de la historia que hay que reclamar", subraya.

En su opinión, España estaría hoy "en otro sitio" sin la Guerra Civil y los cuarenta años de dictadura, pues el país tenía, afirma, una "elite cultural y de pensamiento maravillosa que podría haber llevado al país lejos. Éramos punteros en muchos derechos".

Ahora, "las nuevas generaciones tenemos que quitarnos esta costra poco a poco para recuperar esa elite a la que pertenecemos, porque España es un pueblo maravilloso", insiste.

Así, argumenta que el movimiento 15-M está siendo "un movimiento de paz y amor brutal" que los políticos deben escuchar y muestra su agradecimiento a todas las personas que se han manifestado, a pesar de que los políticos a veces parezcan, denuncia, "sordos y ciegos".