Gómez del Pilar corta una oreja y se deja tres más de un lote extraordinario

  • Una oreja cortó Gómez del Pilar en la novillada celebrada hoy en Las Ventas, triunfo que debió ser mayor a tenor de las facilidades que dieron sus dos astados, de Guadaira, sin embargo, aprovechados sólo a medias.

Juan Miguel Núñez

Madrid, 28 may.- Una oreja cortó Gómez del Pilar en la novillada celebrada hoy en Las Ventas, triunfo que debió ser mayor a tenor de las facilidades que dieron sus dos astados, de Guadaira, sin embargo, aprovechados sólo a medias.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Guadaira, aceptablemente presentados y de juego desigual. Los mejores, segundo y quinto, extraordinarios ambos por fijeza, temple y recorrido; los dos fueron ovacionados. Tercero, que fue aplaudido, y sexto, "medio se dejaron". Y primero y cuarto, deslucidos. Tres lotes bien diferentes.

Alberto Durán: casi entera al encuentro (palmas); y bajonazo con vómito (silencio).

Gómez del Pilar: dos pinchazos y estocada caída atravesada (ovación); y pinchazo y estocada desprendida (oreja).

Damián Castaño: estocada baja (silencio); y pinchazo y estocada (silencio).

En cuadrillas, excelentes pares de banderillas, dos, del "tercero" Fernando Sánchez en el quinto, por los que saludó montera en mano, y con él se desmonteró también Iván Aguilera, que bregó en este mismo novillo con eficacia y oportunidad. Asimismo saludó david Adalid tras parear al tercero.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde agradable.

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HABRÁ QUE RATIFICAR LO DE HOY

Triunfó Gómez del Pilar, cortando una oreja, pero no en la medida que debía. Los novillos que tuvo enfrente eran de triunfo clamoroso y en ningún se vislumbró que pudiera llegar.

Se acordará en el futuro "el triunfador" de los dos novillos que le tocaron en suerte hoy. Tan pastueños, que es como decir dóciles, y a la vez con "transmisión". Nobles y con mucha fijeza, embistiendo por abajo y repitiendo. Novillos muy claros.

Y no estuvo mal Gómez del Pilar, no obstante, dado que las mismas ausencias que tuvieron sus dos faenas pueden ser achacables al arrebato que se le supone y se le exige a los novilleros.

En los dos se fue a la puerta de chiqueros resolviendo en ambos casos el lance algo apurado. La primera faena tuvo un prólogo de rodillas, corriendo la mano por la derecha con mucha suficiencia, casi como si estuviera de pie. Ya en la vertical los mejores momentos fueron también por ese pitón.

Lo malo fueron dos "giñás", como se dice en la jerga, cuando citó al natural, quitándose sin venir a cuento. Una manera de poner en duda su propio valor. Faena claramente a menos a pesar de unas emotivas bernadinas finales. Tampoco funcionó la espada. Y el novillo está todavía embistiendo, según frase que define la calidad de sus embestidas, además por los dos pitones.

Algo parecido en el quinto, que perdió fuerzas por el quebranto de un volatín a la salida del primer puyazo, pero que así y todo llegó a la muleta con gran son.

La faena tuvo ciertas desigualdades, desarme incluido. Y aunque se vivieron momentos de auténtico frenesí, el conjunto fue más pinturero que profundo. Por eso, y por el pinchazo previo a la estocada, le dieron sólo una oreja y no las dos que el novillo llevaba prendidas con alfileres, fáciles de cortar.

A medias, como los dos novillos que tuvo enfrente, se quedó Damián Castaño. Cuajó un buen recibo a la verónica en el tercero, pero no se entendió plenamente en la muleta. El novillo, aún moviéndose de acá para allá, no tenía una embestida clara, no acababa de ir metido en el engaño. Tampoco Castaño acertó en la colocación, dejándose muchos pases inacabados por hacer los cites descruzado.

En el último, algo parecido, iba y venía el novillo, pero dando cabezazos. El poco poso que tuvo el trasteo fue consecuencia de la escasa aportación del astado.

Y con un lote infumable, primero y cuarto, el zamorano Durán, que tan buenos augurios despertó en anteriores comparecencias en esta misma plaza, no obstante haber fallado siempre con la espada, en esta ocasión no pasó de voluntarioso.

En el primero, cortito de embestida y rebañando por los dos pitones, fue imposible a pesar de la insistencia que puso el hombre. El cuarto también "se metía", frenándose y sin humillar. Habrá que verle de nuevo con "material" más propicio.

Como igualmente será bueno que vuelva pronto Gómez del Pilar. Hay que ratificar lo de hoy.

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