Grabados de Piranesi revierten la ruina en fascinación y escenario de vida

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 21 may.- El arquitecto Giambattista Piranesi (1720-1778), uno de los artistas más influyentes en la historia del grabado, revertió la ruina en fascinación y la dotó de una hebra romántica con las escenas de vida que situó en sus creaciones, como se aprecia en la serie "Vistas de Roma", desde hoy en Valladolid.

Gran conocedor de la arquitectura clásica, Piranesi dejó de lado su formación académica al abordar sus grabados ya que, si bien partía de la proporción y perspectiva real de cada edificio, las agrandaba para imprimir un halo de fantasía rubricado por las escenas cotidianas que situaba en cada grabado.

Arcos comidos por la maleza, templos romanos remendados con ladrillo, coliseos transformados en teatros, fuentes monumentales, palacios arrumbados y plazas convertidas en mentideros públicos son algunos de los motivos de esta exposición ("Piranesi. Vistas de Roma"), promovida por el Ayuntamiento de Valladolid y que podrá verse hasta el 13 de julio.

Es un recorrido topográfico y vital de la Roma clásica antigua y moderna a través de 44 grabados que pertenecieron al duque de Wellington, sir Arthur Wellesley, aliado de España contra los franceses en la Guerra de la Independencia y duque de Ciudad Rodrigo como agradecimiento de Fernando VII por haber liberado el cerco sobre esta plaza salmantina, fronteriza con Portugal.

Por tratarse de un "nuevo noble", recompensado por hechos de armas, trató por todos los medios de emparentar con los gustos y hábitos de la "rancia aristocracia inglesa", entre ellos el coleccionismo de obras de arte, ha explicado a los informadores Rosa Perales, comisaria de la exposición.

Piranesi construyó en sus grabados todo un mundo de fantasía al lado de las ruinas en forma de truhanes, buscones, dementes, charlatanes, rufianes, tratantes, pastores, carniceros y vendedores ambulantes que buscaban el amparo, el cobijo y la complicidad, según los casos, de las ciclópeas moles romanas.

No escapa al visitante tampoco, al margen de la composición arquitectónica, el paisaje que en algunos casos acometía para dotar de perspectiva a sus grabados.

Piranesi, ha precisado Perales, redujo la escala de los personajes para dar un mayor protagonismo a los edificios.

"Fue el precursor de la arquitectura neoclásica, el forjador de las ideas intelectuales del romanticismo e influyó en algunos de los grandes surrealistas del siglo XX como Max Ernst y Salvador Dalí", ha añadido la comisaria acerca de quien también fue admirado por los escritores Franz Kafka y Jorge Luis Borges, y los directores de cine Peter Greenway y Terry Gilliam.

El tratamiento que hace Piranesi de la luz resume el magisterio de Canaletto y Tiépolo, dos de sus referencias predilectas.

El visitante puede recorrer la exposición como una visita guiada y virtual por Roma, ya que aparecen algunos de sus monumentos más representativos tal y como se encontraban en el siglo XVIII: termas de Caracalla, el teatro Marcelo, el Coliseo, la Fontana de Trevi, el panteón de Agripa y el foro de Augusto.

En España se conservan grabados de Piranesi en la biblioteca de la Universidad Complutense, en el Museo de Bellas Artes de Valencia y en la Biblioteca Nacional.

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