Izal: "Hemos vivido momentos muy malos"

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 12 ago.- Cuán diferentes pintan hoy las cosas para Izal, el fenómeno más fulgurante del ámbito independiente de los últimos años con el permiso de Vetusta Morla y gran reclamo del Sonorama de Aranda de Duero (Burgos), el festival que los lanzó y que mañana inicia una nueva edición con Raphael y Amaral en cartel.

"Somos muy conscientes de lo que hemos crecido, porque vivimos momentos muy malos en los primeros dos años de la banda, años de perder mucho dinero y de poner en peligro nuestros trabajos, cuando la música aún no daba dinero y a pesar de ello cogíamos la furgoneta para cruzar el país y tocar delante de 15 personas", recuerda a Efe Mikel Izal, exingeniero, cantante, fundador y compositor del grupo.

Reconoce que se plantearon renunciar a la música. "Fue una apuesta muy grande y sin seguridad. Hubo muchos gabinetes de crisis, porque había que comer y pagar el alquiler", dice, hasta que llegó la hora de tirar hacia delante o plantarse. Y tiraron hacia delante.

"Tuvimos muy claro que la música tenía que ser nuestra vida y eso ayuda a poner toda la carne en el asador", apunta.

Tres años después de aquel negro panorama, Izal agota entradas y actúa como gran reclamo de festivales (este verano, visitarán más de veinte). Es el caso del último Low de Benidorm (Alicante), en el que congregaron a cerca de 20.000 personas ante el escenario, más del doble de las que había para ver un día antes y a la misma hora a una banda internacional de prestigio como The Horrors.

"Izal tiene grandes instrumentistas, pero creo que la clave es cómo han conectado las canciones con el público, lo rápido que la gente se anima a hablarle a sus amigos del grupo", opina este bilbaíno.

El proceso de su crecimiento, añade, ha sido "gradual". Pero a qué velocidad, habría que añadir.

En 2012 publicaron su primer disco de larga duración, "Magia & efectos especiales". A los seis meses cambiaron su oficina de representación y todos empezaron a creer más en el proyecto, también el público. Primero llenaron el recoleto Café de La Palma de Madrid (150 personas), después la sala Joy Eslava (por encima del millar) y, solo unos meses después, La Riviera (más de 2.000).

"Fue alucinante que un mes antes del concierto ya estuviera todo vendido. Ahí nos dimos cuenta de que las cosas habían cambiado", asiente.

No ha sido su única cita importante. El año pasado ofrecieron uno de los más recordados conciertos gratuitos de día de la Plaza del Trigo de Aranda de Duero, dentro del Sonorama. "Fue un concierto con mucha repercusión mediática, cuyos ecos duraron muchas semanas y nos hicieron mucho bien", reconoce Izal.

Al Sonorama, que arranca mañana con la actuación de Los Planetas, volverán este viernes para tocar en el escenario principal, el mismo que pisarán artistas de la talla de Raphael, Elefantes e Iván Ferreiro el jueves, Amaral y León Benavente también el viernes, y Duncan Dhu, Cut Copy y Nacho Vegas en la jornada del cierre, este sábado.

"Volvemos con mucha ilusión, lo tenemos todos como el festival que nos vio nacer y tenemos muchas ganas de asaltar el escenario principal con el recuerdo del año pasado", afirma.

Podría ser un bonito colofón, aunque no lo será, porque la gira continúa. "Creo que no hemos estado 15 días sin tocar desde que publicamos 'Magia & efectos especiales'", dice.

El intenso flujo de trabajo entre directos y promoción desde que publicaron su segundo álbum, "Agujeros de gusano" (2013), lanzado solo 18 meses después del anterior, le ha impedido llevar el mismo ritmo de composición, pero su imaginación no se detiene ni en gira y anuncia que ya tiene unas seis canciones del tercer álbum.

"Claro que nos da tiempo a vivir, de hecho, vivo experiencias más enriquecedoras ahora que cuando era ingeniero, que fue cuando compuse 'Magia' y aún así tenía suficiente imaginación para contar cosas que no me habían pasado. Ahora nuestra vida es muy variada y en cada sitio ves cosas diferentes", cuenta.

Las cosas van tan bien que no se plantean modificar su apuesta por la autogestión. "Llegan ofertas de discográficas, pero ahora tienen menos sentido que nunca, porque cuando necesitábamos que nos echaran una mano importante es cuando no teníamos dónde caernos muertos", sostiene quien no parece tomar decisiones a la ligera.

"Me considero planificador. La ingeniería me ha hecho ser una persona con mucha disciplina, pero un ingeniero cuadriculado tampoco se lanza así como así a ser músico, así que supongo que soy un cincuenta por ciento pasional", afirma el creador de temas como "Mi continente", "La mujer de verde" o "Hambre".

Con el horizonte más despejado, ahora les insiste a sus padres para que vayan con él a los conciertos que sabe que serán grandes. "De lo más positivo que me ha pasado estos últimos años es convencerles de que me puedo ganar la vida dignamente con la música y de que no tienen que preocuparse por su hijo descarriado", apostilla entre risas.

Mostrar comentarios