Jaenada busca a su novia y a sí mismo en la ópera prima de Ana Rodríguez

Málaga, 26 abr.- Óscar Jaenada interpreta a un personaje que intenta encontrar a su novia por Alemania e Italia y termina hallándose a sí mismo en "Buscando a Eimish", la opera prima de Ana Rodríguez Rosell, que se presenta hoy en la sección oficial del decimoquinto Festival de Cine Español de Málaga.

Para la directora, ésta es "sobre todo una historia de amor, con el punto de arranque de una pareja en la que una persona quiere dar un paso más y la otra no, pero también es una historia de amistad y de familia como unidad básica de supervivencia".

El protagonista, Lucas, emprende "un viaje físico en tren por Europa" buscando a su novia, interpretada por Manuela Vellés, "pero hay también un viaje interior de todos los personajes, sobre todo de Lucas, en el que descubrirá quién es Eimish y quién es él".

Según Rodríguez Rosell, todos son personajes "muy definidos y muy distintos entre ellos, con un mundo muy propio, y gente en situaciones extremas que no sabe lo mal que está".

Sobre la elección de las localizaciones, ha explicado que, al ser éste un proyecto "tan personal", se decantó por lugares que le "inspiran" y le "emocionan", en concreto Berlín, "la ciudad más abierta y cosmopolita del mundo" y Borghetto, un pequeño pueblecito cercano a Verona.

"Los dos lugares sirven para explicar el carácter y la forma de actuar de los personajes. Son dos puntos muy distintos como Alemania e Italia, y ciudades que para mí dicen muchas cosas, porque son muy diferentes y contrapuestas", ha señalado.

A Óscar Jaenada le interesó especialmente el "arco" que describe su personaje a lo largo de la película, según ha asegurado el actor, y la principal dificultad fue mostrar la evolución de la relación con Eimish al tener la película saltos en el tiempo en ambas direcciones.

Manuela Vellés vio en el guión "una historia mágica contada de forma diferente", y en su personaje encontró a una mujer "muy valiente y a la vez cobarde, porque le cuesta encontrar su lugar en el mundo y lo que hace es huir hacia adelante y, cuando no le gusta algo, cambiarlo".

Emma Suárez, que es en la pantalla la madre de Eimish, considera que la película "cuenta las cosas de una forma sutil y suave, para que al espectador no le entren estos problemas desde la crudeza y el realismo al que está acostumbrado en el cine y en la vida".