James Ward Byrkit se adentra en los universos paralelos en "Coherence"

  • Magdalena Tsanis.

Magdalena Tsanis.

Madrid, 22 oct.- De hacer los "storyboards" para "Piratas del Caribe" o "Rango", el norteamericano James Ward Byrkit ha dado un salto en diagonal para escribir y dirigir su opera prima, "Coherence", un "thriller" de ciencia ficción que juega con la teoría física de los universos paralelos.

Premio al mejor guión en el Festival de Sitges y a mejor película en el Festival de Cine Fantástico de Bilbao, "Coherence" supone el triunfo de la originalidad sobre el presupuesto, tan bajo que el director se tuvo que limitar a filmar en el salón de su casa.

"No tener dinero te fuerza a ser creativo. El punto de partida consistió en que tenía que rodar en mi casa, y a partir de ahí empecé a pensar en temas que me interesan desde siempre, como el de los universos paralelos", ha señalado Ward en una entrevista con Efe.

Con Emily Foxler ("Mad Men"), Maury Sterling ("Homeland") y Nicholas Brendon ("Buffy, cazavampiros") en el reparto, la cinta, que llega este fin de semana a las salas de cine españolas, cuenta cómo lo que parece una tranquila cena entre cuatro parejas se va complicando por la concurrencia de varios fenómenos extraños que parecen apuntar a un desdoblamiento de la realidad.

Cuanto más se empeñan sus protagonistas en resolver el embrollo, más lejana parece esa explicación para el espectador, presa de un complicado juego intelectual que propone Ward, quien, junto a Alex Manugian -uno de los actores-, se pasó más de un año trazando el guión.

"Empecé a investigar sobre teorías científicas y descubrí el concepto de la 'decoherencia cuántica'. Me encantó la palabra y pensé en 'Coherencia' como título de forma irónica, porque la película trata deliberadamente de hacer que el espectador se pierda", explica.

Más que un guión al uso, lo que Ward elaboró fue "una especie de mapa" con todos los personajes y los giros clave, y se presentó en el rodaje con un tratamiento de apenas doce páginas, que además no enseñó en ningún momento a nadie del equipo.

"Cada día de los cinco que duró el rodaje, los actores recibían un correo electrónico con notas sobre su personaje, algunos antecedentes y su motivación, de modo que tenían una pieza del puzle, pero ninguno sabía qué tenía el otro", detalla el cineasta.

Así, los diálogos son improvisados, y las reacciones de los actores, auténticas. "Permitir a los actores participar de este modo es algo sin precedentes y glorioso -afirma entusiasmado-. Todo el mundo se siente entusiasmado por contribuir, sin duda es algo que repetiría".

Al igual que los actores, Ward también tuvo que improvisar con el movimiento de cámara para lograr el "naturalismo" que buscaba, algo en lo que su experiencia como ilustrador le fue de gran utilidad. "Inmediatamente sabía donde poner la cámara, me sentía muy cómodo", afirma.

Más allá del juego de intrigas y pistas falsas, "Coherence" propone una lectura sobre los miedos más profundos del ser humano y su proyección hacia el exterior.

"Es el destino trágico del ser humano", apunta. "Tendemos a creer que los otros son diferentes a nosotros y que pueden ser más oscuros y más malvados, cuando en realidad lo que hacemos es proyectarnos a nosotros mismos en ellos".

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