La UV rechaza que corridas de toros y los encierros sean patrimonio cultural

  • La Universitat de València (UV) rechaza la declaración como patrimonio cultural inmaterial de las corridas de toros y los "bous al carrer" (encierros), al considerar que estas prácticas "no reúnen los requisitos que establece la Convención de la Unesco", según un comunicado de la institución universitaria.

Valencia, 15 jun.- La Universitat de València (UV) rechaza la declaración como patrimonio cultural inmaterial de las corridas de toros y los "bous al carrer" (encierros), al considerar que estas prácticas "no reúnen los requisitos que establece la Convención de la Unesco", según un comunicado de la institución universitaria.

La UV ha elaborado un informe, de 21 páginas, que ha sido redactado por Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y catedrático de Sociología; Adela Cortina, catedrática de Filosofía del Derecho, Moral y Político; Gil Manuel Hernández, profesor de Sociología y Antropología Social; Josep Montesinos, profesor de Historia del Arte; y Rafael Narbona, catedrático de Historia Medieval.

Pese a rechazar la declaración de la fiesta del toro como patrimonio cultural inmaterial, el informe señala que estas prácticas han generado a lo largo de la historia "un conjunto de expresiones objetivas" que constituyen "la dimensión material de estas celebraciones".

Estas expresiones -léxico, música, leyes, bulas y normativas, pintura y escultura, espacios y plazas, cartelería, museos, escuelas o revistas- "deben ser preservadas como testimonio de maneras de vida pasadas que integran nuestro patrimonio material, en unos casos por su valor artístico y siempre por su valor documental".

El documento hace un recorrido histórico sobre las fiestas con buey desde la Antigüedad hasta nuestros días, así como de la figura del toro en la mitología, el arte y otras representaciones sociales, y analiza las convenciones internacionales sobre patrimonio cultural, respeto al medio ambiente y maltrato a los animales.

Según el texto, en los últimos años se ha experimentado un cambio de tendencia social respecto a las fiestas con toros, que cuentan con un apoyo social en decadencia y con un aumento del rechazo por parte de diferentes sectores, en particular los más jóvenes.

Respecto a los "bous al carrer" (encierros), el informe reconoce que han experimentado una rápida expansión "por imitación" durante las tres últimas décadas.

"Más que de un profundo arraigo histórico, hay que hablar de una recreación y de una difusión al calor de la transformación de las modalidades festivas populares a las fiestas mayores contemporáneas", añade.

Según el documento, "las búsqueda sobre los valores de las sociedades contemporáneas, dentro las cuales se inserta la sociedad valenciana, muestra que está creciendo una sensibilidad, tanto local como global, que remueve los cimientos de la legitimidad sobre la cual se basa el arte del toreo".

Una de las consecuencias de este cambio de valores, añade, es una "mayor preocupación de las personas por los problemas medioambientales, por los derechos civiles o el interés por los aspectos más sociales, políticos, intelectuales y estéticos de la vida".

El informe agrega que las "expresiones culturales que se basan en infringir violencia o daño a otros seres vivos van quedando poco a poco en entredicho".

El documento recuerda la cada vez "más arraigada sensibilidad mediambientalista y conservacionista, 'madre de los movimientos ecologistas y de protección animal'", así como la expansión de un "humanitarismo pacifista, 'defensor de los derechos humanos y de los animales y amigo de una civilización dónde se fomente la empatía entre humanos y seres vivos'".

Respeto al "bou embolat" (toro embolado), los redactores del informe hablan de un "maltrato y una violencia explícita hacia el animal que corre y pasea durante horas con las bolas de alquitrán encendidas, mientras que es jaleado por las calles de la población".

Mostrar comentarios