Los carteles de cine del legendario Saul Bass llegan al CBA

  • Con Saul Bass nacieron y murieron los artesanos de los carteles y los títulos de crédito del cine de Hollywood y su legado para filmes como "Vértigo" o "Anatomía de un asesinato" ha sido recogido por Gerardo Vera en una colección particular que se exhibe en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Madrid, 10 oct.- Con Saul Bass nacieron y murieron los artesanos de los carteles y los títulos de crédito del cine de Hollywood y su legado para filmes como "Vértigo" o "Anatomía de un asesinato" ha sido recogido por Gerardo Vera en una colección particular que se exhibe en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Bass, ídolo de los cinéfilos pero autor desconocido por el gran público, creó la espiral de acrofobia y necrofilia que apresaba a James Stewart en el cartel de "Vértigo" o la cúpula del Capitolio convertida en un exprimidor de naranjas para el cartel de "Tempestad sobre Washington", y desde hoy hasta el 13 de enero su arte estará expuesto en Madrid.

"Cuando unos títulos de crédito eran diseñados por Saul Bass, no estaban al margen de la película, sino que la película entraba en acción desde que aparecía el logo de la productora", ha explicado en rueda de prensa Vera, director de cine y teatro que atesora las piezas de coleccionista que componen la muestra.

Bass (1920-1996) había comenzado en Hollywood como ayudante de diseño gráfico y jefe de prensa, pero de la mano del realizador Otto Preminger comenzó a destacar en títulos como "Carmen Jones".

Sus títulos y sus carteles condensaban la profundidad, el simbolismo y el sentimiento encerrados en aquellos títulos.

Desde que despedazó como un cadáver la ficha técnica de "Anatomía de un asesinato" en 1959, Hollywood descubrió que los créditos de una película también podían ser arte, aunque no pudieran nunca ganar un Óscar. Y realizadores como Billy Wilder, Alfred Hitchcock, Martin Ritt y, más adelante, Martin Scorsese y Steven Spielberg, contrataron al insólito maestro, para el que no ha habido sustituto.

"En el cine ha pasado como en la vida misma. Nunca habrá otro Saul Bass, de la misma manera que no existirá nunca otro Bernard Hermann", ha asegurado Vera, en referencia al autor de la música de "Psicosis", que en combinación con los títulos de Bass (que también diseñó la famosa escena de la ducha) rasgaba la pantalla mucho antes de que lo hiciera el cuchillo de Norman Bates.

"Bass era un hombre caro, con grandes exigencias artísticas, y los estudios se han banalizado", ha añadido Vera, que ha contado cómo el primer cartel que consiguió de Saul Bass fue el que había diseñado para "El rapto de Bunny Lake", de Otto Preminger, en 1965.

Para el neófito, la colección de Vera es una introducción al maestro, pues además de atesorar sus carteles más legendarios se añaden los de "Buenos días, tristeza" y "Horizontes de grandeza", el único western al que Bass prestó su talento.

Para los eruditos también hay rarezas, como el cartel que realizó para "Donde la ciudad termina", cuando su título original todavía era "A Man is Ten Feet All" y no "The Edge of the City", y el que realizó para Steven Spielberg para "La lista de Schindler", casi su canto de cisne, que no fue utilizado por ser considerado poco comercial en su momento.

Además de la muestra de carteles, complementada con vídeos de algunos de los títulos de crédito más famosos de Bass, como "El mundo está loco, loco, loco" o "Éxodo", el Círculo de Bellas Artes ha programado en su sala de proyecciones algunas de sus películas.

Así, entre el 11 de octubre y el 4 de noviembre, se podrán disfrutar en pantalla grande "Buenos días, tristeza", "Vértigo", "Horizontes de grandeza", "Anatomía de un asesinato", "Psicosis", "Con la muerte en los talones", "Primera victoria" y "El rapto de Bunny Lake".

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