Los sueños incumplidos son como cocodrilos, según Juan Bonilla

  • "Una manada de ñus" es el nuevo libro de relatos de Juan Bonilla, quien ha dicho a Efe que "los cocodrilos son siempre las pasiones insatisfechas, los deseos abortados, los sueños incumplidos", en unas historias que no tratan tanto sobre la adolescencia como sobre "la relación con lo que fuimos".

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 9 nov.- "Una manada de ñus" es el nuevo libro de relatos de Juan Bonilla, quien ha dicho a Efe que "los cocodrilos son siempre las pasiones insatisfechas, los deseos abortados, los sueños incumplidos", en unas historias que no tratan tanto sobre la adolescencia como sobre "la relación con lo que fuimos".

Publicado por Pre-Textos, el libro se titula así "porque en todos los relatos, en algún momento, aparece ese documental que todos hemos visto en La 2, los ñus cruzando un río lleno de cocodrilos".

Bonilla ha aclarado que el título hace referencia "no solo a esos momentos de drama en los que los personajes se ven abocados a la necesidad de cruzar un charco, sino también a la especie de conciencia colectiva según la cual para que la manada pase es necesario sacrificar a algunos de sus componentes".

Según el autor, en muchos de estos relatos "el pasado de repente se hace presente y uno tiene que ajustar cuentas con quien fue; y eso puede adoptar una forma dramática -la muerte de una madre tras meses en un hospital- o una forma cómica -el llanto del bebé de unos vecinos-, pero son siempre trampolines para explorar la experiencia de los personajes, dispuestos a no hacer ninguna concesión a quienes fueron, porque quienes fueron no son nadie, son unos fantasmas".

Otros "fantasmas no tienen derecho alguno a exigir responsabilidades de que uno no ha llegado adonde ellos soñaron que llegaría", ha añadido Bonilla (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1966), quien ganó el Premio Biblioteca Breve en 2003.

Bonilla ha asegurado que "hay mucho Jerez en el libro, varios de los relatos están situados allí, y otro, aunque se desplace a Berlín, tiene por protagonista el domingo milagroso en que el Xerez CD ascendió a Primera División".

"Ahora está en tercera, y solo han pasado unos años, lo que es una buena imagen de cómo le va a la ciudad en la que nací; sigo sus partidos por internet y no me deprime para nada que se enfrente al Marchena o al Mairena, cuando antes nos enfrentábamos al Real Madrid o el Barcelona", ha añadido antes de confesar:

"Supongo que a mí me pasará lo mismo un día de estos, y que después de haber almorzado con Vargas Llosa me llegará la hora de merendar con..."

De su dedicación al relato ha señalado que si suma todos los publicados en siete volúmenes son ochenta: "Evidentemente no soy de esos que piensan que un libro de relatos es lo que se hace entre una novela y otra para pasar el tiempo; tampoco soy de los hinchas que dicen que es el género más difícil porque no puede sobrar ni faltar nada, ni tonterías parecidas".

"Me parece un género que da una libertad extraordinaria y por eso me siento cómodo; tanta libertad da que puede saltarse limpiamente sobre el montón de decálogos que los propios cuentistas escriben para decir qué debe tener y qué no tener un cuento; esos decálogos, sean de Hemingway o Piglia, pueden servir en un taller para iniciar a alguien, de ninguna manera pueden servir al lector para juzgar un cuento, no son un código de circulación", ha añadido.

Entre los personajes de su nuevo libro, Bonilla ha destacado a "un chaval que hizo tablas en una simultánea con Bobby Fischer y al que este le dijo al oído que había hecho mal en aceptar las tablas porque había una manera de ganar la partida" o "un tipo que encuentra la lista de cosas que tenía que hacer antes de cumplir los 40 escrita cuando tenía 16".

Y también "unos chavales enamorados de la poesía de Fonollosa que deciden vengar al poeta catalán y ajustarle las cuentas al jurado que treinta años atrás no premiaron su libro 'Ciudad del Hombre'".

Mostrar comentarios