M83 propulsa a Madrid al hiperespacio con un concierto sideral

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 10 mar.- Existe una galaxia imposible donde el espacio goza de atmósfera y posee una banda sonora sideral a base de sintetizadores, introspectiva y a la vez expansiva. Así es la música de M83, el hombre de moda en medio mundo, que esta noche ha actuado en Madrid lanzando al público a un viaje por las estrellas.

La Riviera de Madrid ha sido el lugar escogido por este francés tras su paso anoche por Barcelona para su concierto en la capital española, que ha disfrutado de una primera parte más vívida y evocadora y una segunda más densa, la del melancólico regreso a casa.

Hasta el pasado año, M83 era una más de las figuras que pueblan el olimpo internacional del cada vez más popular ámbito de la música electrónica.

Con su sexto y último disco de estudio, "Hurry Up, We're Dreaming" (2011), se convirtió sin embargo en una referencia ineludible de la prensa internacional, que lo incluyó sí o sí entre los mejores trabajos del pasado año, compartiendo trono con otros artistas emergentes como Bon Iver.

Nacido como un dúo, actualmente sólo Anthony González sustenta este proyecto, que debe su nombre a la galaxia Messier 83. Así es su música, como ha demostrado hoy: eléctrica, etérea, onírica y, como un gas, tiende a ocupar todo el espacio a su disposición.

El espacio disponible para él esta noche era el de La Riviera madrileña, con el aforo completo y 2.500 almas listas para el viaje, tras un cambio de recinto en los meses previos, ante la rápida demanda de entradas, que pronto superó las expectativas.

Antes de su último éxito discográfico, González acompañó de gira a bandas como Depeche Mode, The Killers y Kings of Leon, una influencia palpable en sus últimas canciones, como también lo es la de figuras clásicas de los años 80.

De entre ellas, destaca especialmente la de Peter Gabriel. Algo hay en González que le aproxima mucho al británico, ya sea su timbre, su forma de interpretar, su gusto por las reverberaciones o su capacidad para dar volumen y oxígeno a canciones épicas.

Se acompaña en su directo de tres músicos, dignos embajadores de esa corriente llamada "shoegazing", que consiste básicamente en mirarse todo el tiempo la punta de los zapatos, extasiándose con la música pero sin salir de cierto ensimismamiento, que le respaldan de forma soberbia tanto en el plano vocal como en el instrumental.

González ha declarado varias veces que su propósito principal con "Hurry Up, We're Dreaming", el disco que copa la mitad del repertorio del concierto, fue disfrutar. Eso se palpa en la jovialidad de unas canciones que parecen hechas para el disfrute de la vida inteligente, sea la de aquí o la de fuera.

Se aprecia también en su arranque, con el sobrecargo caracterizado de alienígena que da la bienvenida al público y le invita a esta "nave del misterio". Así han empezado a sonar las notas de "Intro", el primer corte del disco, recibido con entusiasmo por los asistentes.

Fogonazos de luz, teclados y golpes de batería han protagonizado esos primeros minutos del show, que se mueve a la velocidad de la luz y que ha vibrado especialmente con los nuevos temas, como "Reunion", otro de los momentos para el regocijo general.

Sin embargo, a partir de la mitad del concierto, González enchufa la velocidad de crucero y comienzan a alternarse temas más lentos con otros más intensos que no consiguen desalojar del público cierta sensación de densidad, quizás porque se acerca la vuelta a casa.

Tras "Midnight City", quizás el mejor single de su celebrado último disco, se ha procedido al aterrizaje con "Don't Save Us", "Skin of the Night" y "Couleurs" y, ya con los pies en el suelo, González ha bajado al foso, cual victorioso comandante Neil Armstrong, para darse un merecido baño de masas.

No será la última oportunidad de disfrutar del francés en España. Los turistas espaciales que lo deseen tienen una cita con el hiperespacio en mayo, dentro del Primavera Sound de Barcelona y, un poco más adelante, en los primeros días de julio, en el 123 Ibiza Festival.

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