Quinn usa su arte como espejo de la realidad en su mayor exposición en España

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 12 sep.- El británico Marc Quinn considera el arte "un espejo del tiempo en el que se ha hecho" y, en su mayor exposición individual en España, inaugurada hoy en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, aborda asuntos como la relación del hombre con la naturaleza, la belleza y la muerte.

A lo largo de su carrera, Quinn ha llegado a utilizar hasta 50 litros de su propia sangre en varias de sus obras, "pero siempre de forma sostenible" y para "demostrar el poder del cuerpo de recuperarse y reproducirse", ha afirmado hoy el artista en la presentación de la exposición.

"Mi obra pretende ser una reflexión sobre el mundo actual, sus esperanzas, sueños y pesadillas, pero la vida no tiene una sola dimensión, e intento compaginar sus distintos aspectos".

El espectador podrá contemplar reproducciones de carne cruda a gran formato que, por su realismo, parecen fotografías, pero que en realidad son óleos y demuestran "cómo la vida puede ser algo bello y también desagradable, si lo ve alguien a quien le gusta comer carne o si se piensa en el proceso de matar a un animal para conseguir esa carne", según Quinn.

Al mismo tiempo, esas obras son "arte figurativo y arte abstracto, como un pequeño fragmento de una obra de Francis Bacon, pero desde un punto de vista microscópico, como si fuera una biopsia de una obra de Bacon".

A juicio de Quinn, el arte "tiene la capacidad de cambiar a las personas una a una, pero no de forma global". Por ejemplo, cuando su escultura de una mujer sin extremidades se expuso en la londinense plaza de Trafalgar, "se generó un debate en la sociedad sobre la discapacidad".

"Algunas asociaciones de discapacitados me dijeron que esa obra había tenido más impacto en la sociedad que todas sus campañas", ha apuntado el artista británico, que también instaló esa obra en la inauguración de los Juegos Paralímpicos de Londres.

Considera importante que el arte llegue a los espacios públicos "y que genere emociones reales, porque será visto por mucha gente, no que sea un mero decorado".

Uno de las protagonistas de la exposición de Málaga es la serie "The Toxic Sublime", con piezas a caballo entre la pintura y la escultura que parten de una fotografía de una paisaje de la naturaleza.

A partir de ahí, Quinn emprende "un proceso de destrucción como si la sociedad hubiese sido la artista y hubiese hecho ese proceso sobre la imagen inicial de algo bello de la naturaleza, como si esa imagen inicial de la naturaleza hubiera sido objeto de un acto de vandalismo y hubiera sido procesada por la sociedad, para hablar de la relación entre el hombre y la naturaleza".

Por su parte, el director del CAC Málaga y comisario de la exposición, Fernando Francés, ha resaltado que Quinn, "en vez de detenerse exclusivamente en la parte formal y estética, la traspasa hasta el punto de un compromiso personal e hiriente".

"Quinn traspasa la idiosincrasia del arte con situaciones que rara vez han correspondido a los artistas" y, en su caso, en vez de ser "un mero espectador, da un paso más y se implica en lo que debería pasar para cambiar las estructuras", ha añadido Francés.

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