Riquer dibuja a partir de documentos inéditos la relación Alfonso XIII-Cambó

  • El historiador Borja de Riquer dibuja en su último ensayo, a partir de documentos inéditos, la relación entre el rey Alfonso XIII y el político catalán Francesc Cambó, que fue ministro en varios de sus gobiernos.

Jose Oliva

Barcelona, 20 ago.- El historiador Borja de Riquer dibuja en su último ensayo, a partir de documentos inéditos, la relación entre el rey Alfonso XIII y el político catalán Francesc Cambó, que fue ministro en varios de sus gobiernos.

En una entrevista con Efe, Borja de Riquer asevera que "Cambó representa el principal político catalanista que tiene un proyecto de intervención en la política española en el primer tercio del siglo XX, con la voluntad de transformar el conjunto de la administración del Estado en un sentido moderno, conseguir la autonomía catalana y hacer que Cataluña sea el motor de España".

Los postulados de Cambó, dice el historiador, contemplan "una reconsideración de la cuestión identitaria, de forma que ser de la patria catalana no sea incompatible con ser español", un planteamiento que encuentra resistencia e incomprensión política.

La documentación consultada por el autor y recogida en el libro, "Alfonso XIII y Cambó" (RBA), permite ver que "en ciertos momentos el rey pudo ser aliado de Cambó, pero finalmente lo dejó de lado, como hicieron otros políticos españoles como Antonio Maura".

Riquer atribuye esas resistencias a varios factores: "Muchos políticos temían perder su influencia y poder, entre ellos el propio monarca, que era un rey intervencionista y político en exceso; también las reticencias a que un catalanista apareciera como el transformador de la política española".

Señala Riquer varios episodios relevantes en las relaciones entre ambos, el primero en 1917, cuando el rey llama a Cambó para que diseñe el cambio de la estrategia política con la creación de los gobiernos de coalición y acabar así con la alternancia ficticia entre conservadores y liberales.

Un año después, en medio de la crisis política y social, la cuestión catalana y la cuestión militar, "el rey sugiere a Cambó que desactive el problema catalán, para lo que encontrará su apoyo y el de los partidos dinásticos, pero cuando Cambó presenta un proyecto de autonomía en las Cortes, la iniciativa es duramente atacada y el rey mira hacia otro lado", asegura.

El siguiente episodio se produce en 1922, cuando después de que Cambó haya sido dos veces ministro en gobiernos de Maura, el rey le ofrece ser presidente del gobierno, incluso con procedimientos autoritarios -las Cortes están cerradas-, pero con la condición de que deje de ser catalanista; sin embargo, Cambó lo rechaza al creer que Alfonso XIII no ha entendido su proyecto modernizador.

A juicio de Riquer, "Cambó fue prisionero de un excesivo tacticismo: no calculó bien las fuerzas de las que disponía, se encontró con más obstáculos y resistencias de las pensadas y tuvo miedo a no poder controlar un cambio radical".

A pesar del desencanto hacia el rey, en la etapa 1930-31 Cambó se muestra "sumamente conservador, se aferra a la monarquía y acaba siendo uno de los últimos defensores del rey, con los también ministros Joan Ventosa y Juan de la Cierva, señala Riquer.

La llegada de la República dejará a Cambó como "un político de vieja escuela, de antes de 1914", y "la irrupción de las masas en la política y la pulsión democratizadora lo colocará en una situación difícil, porque Cambó es un elitista y desprecia a los republicanos, con la única excepción, quizá, de Azaña", añade.

"Cuando se negocia el Estatuto catalán de 1932, Cambó dice que espera que Azaña tenga más valor político que Alfonso XIII y que tire adelante el Estatuto", sostiene Riquer.

Entre los documentos consultados por el autor destacan las cartas entre Cambó y el número 2 de la Lliga, Joan Ventosa, entre 1912 y 1923, cuando son los principales políticos catalanistas en Madrid.

En las cartas, que no aparecen en las memorias que el propio Cambó escribió al final de su vida, se ve a un Cambó más sincero, que "comenta las 'jugaditas' que le hace el rey y que critica el funcionamiento de la política española".

El autor también localizó un texto inédito de Cambó escrito en 1932 que no se atrevió a publicar, donde descarga todas las culpas de la dictadura de Primo de Rivera sobre Alfonso XIII.

En ese texto, continúa Riquer, consta la reunión que mantuvieron el monarca y Cambó en Londres el 1 de julio de 1930, "en la que el político abronca al rey de ser el responsable de la dictadura", una entrevista de la que se tenían pistas por otros historiadores, pero que no aparece en las memorias del político catalán.

"Cuando las escribe entre 1944 y 1946 en Buenos Aires, Cambó juega la carta de Juan de Borbón y no conviene dejar en mal lugar al padre del aspirante", justifica Riquer, quien ve cierto paralelismo entre las falsas acusaciones de separatista de un Cambó que no lo era con las "actuales posiciones intransigentes contra Cataluña".

Una muestra de esa intransigencia, añade Riquer, es que desde 1873 no ha habido ningún presidente de gobierno catalán, algo que también se explica por la reticencia de los políticos catalanes a instalarse en Madrid, como hicieron en el siglo XIX el general Prim, Estanislau Figueras y Francesc Pi i Margall. EFE.

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