Rolando Villazón: Mi crisis ha sido una de las etapas más bellas de mi vida

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 16 ene.- El tenor mexicano Rolando Villazón tuvo una lesión en las cuerdas vocales que "le retiró" nueve meses y que le hizo pensar "ya no hay para donde", pero ahora, después de superarlo y pasar el año "más lindo" y feliz de su carrera, asegura que esa crisis fue "una de las etapas más bellas" que ha vivido.

"No cambio ni un segundo de lo que he vivido porque eso me permite estar aquí", ha afirmado el cantante esta noche en Madrid, donde dará mañana un concierto "privado" en el Auditorio Nacional cuya recaudación se destinará a la apertura del centro de atención integral a adultos con discapacidad intelectual que promueve la Fundación Síndrome de Down.

El determinismo es la bestia negra que combate con denuedo Villazón (1972), entregado a vencer los límites, ya sean vocales o los que les ponen a quienes tienen síndrome de down porque, dice, el objetivo de la vida no es ser feliz, sino "alcanzar la plenitud" y eso es posible de muchas formas.

"Una constante para mí es romper los límites. Esa ha sido mi carrera. Cuando a uno le dicen 'oye tú ya no vas a cantar', pues cantas y cuando te dicen 'oye no deberías cantar ese repertorio', lo haces y, además, bien. Puedes cometer errores pero uno no debe detenerse en la vida por el posible error. Al contrario, la vida continúa".

Por eso dice que "la reconquista" tras la operación y posterior recuperación ha sido "una parte bellísima" en su carrera y "las que vendrán" porque, se ríe,"no está uno curado de espantos".

El tenor o "performer artístico", como a él le gusta definirse, está "completamente recuperado" de los problemas de garganta que le obligaron a suspender en abril de 2009 en el Metropolitan Opera House de Nueva York y no sólo eso sino que el año pasado fue "el más lindo" de su carrera porque vivió "una gran plenitud" tras la "crisis".

"Cuando te enfrentas a un momento en el que piensas que 'ya no hay para donde' y te recuperas... Cuando ves que ya a lo mejor no puedes seguir cantando y regresas y lo haces mejor que antes... pues se convierte en el año más bonito de tu vida", ha recalcado.

"Las crisis son siempre bienvenidas porque te permiten ver el mundo de otra manera. El objetivo de la vida no es ser feliz sino encontrar la plenitud y eso se encuentra a través de todos los estados que pasa el alma del ser humano y hay un aprendizaje y etapas que hay que superar".

Entre las "situaciones" que ha vivido en 2011 ha destacado la interpretación en el Covent Garden de "Werther": "muchas personas pensaban que estaba totalmente fuera de mis posibilidades y no solo lo estuvo sino que ahora sale un CD porque estuvo tan bonito...".

A eso se suman su "descubrimiento" de las cartas de Mozart; el debut en el Musikverein de Viena con Schumann; cantar en Salzburgo con la Filarmónica de Viena un programa de Mozart; presentar en la televisión alemana un programa sobre estrellas líricas del mañana, escribir una novela, que se publicará próximamente en España...

"Ha sido un evento tras otro y digo 'madre mía'. Cualquiera de esas cosas puede la meta artística de cualquier cantante y yo he tenido el privilegio y la oportunidad de vivirlo todo. Soy un privilegiado", ha reconocido el mexicano, que desarrolla una importante labor benéfica con la ONG "Red Noses".

Ha explicado que eligió involucrarse en este proyecto de la Fundación Síndrome de Down de Madrid porque su directora, Angélica López, fue a verle después de un concierto y le presentó el su idea del centro asistencial "con un entusiasmo y energía contagiosos".

"Me enternece mucho su trabajo para integrarlos, para que sean independientes y parte de la sociedad. Eso es algo muy importante cuando hablas de niños y familias que viven con que tiene síndrome de down", ha subrayado el artista, que ha pasado toda la tarde en la Fundación con ellos.

"En el momento en el que decimos 'éstos son los límites de una persona' ahí empezamos mal. En lugar de eso, hay que ver hasta dónde podemos llegar y descubrir cada uno sus propios límites. Hay que desarrollar la potencialidad, con visión abierta y positiva. A veces son un 'guamazo' (tortazo) en la frente pero se pone una tirita y adelante".EFE

cb/gcf

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