Román, Posada, Filiberto y Lorenzo, a hombros en Aranjuez

  • Los novilleros Román Collado, Posada de Maravillas, Filiberto Martínez y Álvaro Lorenzo salieron hoy a hombros en el tradicional festejo de seis espadas con motivo del Motín de Aranjuez (Madrid).

Aranjuez (Madrid), 8 sep.- Los novilleros Román Collado, Posada de Maravillas, Filiberto Martínez y Álvaro Lorenzo salieron hoy a hombros en el tradicional festejo de seis espadas con motivo del Motín de Aranjuez (Madrid).

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de El Torreón, aceptablemente presentados y de buen juego en líneas generales. El único desentonó, el tercero.

Sergio Felipe, ovación.

Román Collado, dos orejas.

Martín Escudero, ovación tras aviso.

Posada de Maravillas, dos orejas.

Filiberto Martínez, dos orejas.

Álvaro Lorenzo, dos orejas.

La plaza tuvo un tercio de entrada, con la sombra prácticamente llena y el sol completamente vacío.

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MOTÍN NOVILLERIL

Novillada triunfal por el abultado número de orejas, aunque al margen de lo que refleja el "marcador" hay que hacer una serie de consideraciones para valorar los méritos de los toreros en su justa medida.

Por ejemplo, Sergio Felipe mostró en el primero tanto oficio como poco "ángel", además de matar mal.

Román estuvo simplemente correcto, sin profundizar, dado que a su faena le faltó la garra que tampoco tuvo el novillo. De las dos orejas que paseó Román, la segunda parece excesiva. Cuenta a favor, eso si, la contundencia de la espada.

Martín Escudero en el único novillo realmente difícil del envío, el tercero, áspero y descompuesto, que embestía a regañadientes, anduvo el hombre con mucho tesón y aplomo. Muy suficiente, decidido y sabiendo lo que se traía entre manos. El fallo a espadas le privó de "tocar pelo".

Posada de Maravillas lució empaque y gusto, aderezados con un perfecto conocimiento de los terrenos y dominio de las suertes. Las dos orejas que paseó son de mucho peso.

Filiberto Martínez hizo el mejor toreo de capote de la tarde, y cuajó fases en la muleta también de mucha altura. Y pese a que el astado fue siempre a menos consiguió que nunca bajara el interés del trasteo.

La faena de Álvaro Lorenzo fue de mucho empeño y torería, tanto que pese al pinchazo previo a la estocada final mereció también las dos orejas.

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