Taín: "La mujer y el hijo de Castiñeiras no sabían que él tenía el Códice"

  • Manuel Fernández Castiñeiras no confesó a su familia que había robado el valioso Códice Calixtino el 4 de julio de 2011, y cuando admitió la sustracción -el pasado día 5-, sus parientes más próximos se quedaron desencajados, de una pieza.

Felipe Suárez

Vilagarcía (Pontevedra), 9 jul.- Manuel Fernández Castiñeiras no confesó a su familia que había robado el valioso Códice Calixtino el 4 de julio de 2011, y cuando admitió la sustracción -el pasado día 5-, sus parientes más próximos se quedaron desencajados, de una pieza.

El juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, detalló a Efe que este electricista residente en Milladoiro (A Coruña) "no contó a nadie", ni a su mujer, Remedios Nieto Mayo, y tampoco a su hijo, Jesús Fernández Nieto, que él se había llevado este manuscrito.

"Cuando hizo la confesión, (Remedios y Jesús) se llevaron una enorme sorpresa, fue bastante desagradable para ellos, sabían que robaba el dinero, pero nunca pensaron que también había hecho lo mismo con este libro", detalló hoy a Efe el magistrado encargado del caso.

Vázquez Taín decretó prisión provisional para los tres por el temor a que destruyesen pruebas -el hijo quedó hoy en libertad-, pero él tiene prácticamente la certeza "absoluta" de que tanto Jesús como Remedios del Códice "no sabían nada".

No obstante, aunque no fuesen partícipes de este delito, ese miedo a que tratasen de defender a Manuel Fernández e intentasen esconder alguno de los elementos probatorios estaba ahí.

A Vázquez Taín no le extrañó que este instalador eléctrico -que ahora cobra una pequeña pensión- buscase un escondrijo para la legendaria obra custodiada en el templo gallego "muy desconocido".

Sobre el móvil del robo, el abanico de posibilidades es extenso, desde una venganza hasta razones económicas.

Una vez que se conoció la desaparición de esta joya literaria, hubo intentos de compra, todos ellos infructuosos, porque no había destinatario al que dirigirse. "Este hombre no se movió para nada en este sentido", desveló a Efe Vázquez Taín.

También explicó que en una investigación de este calado, el riesgo de no encontrar el Códice Calixtino era "altísimo", y admitió que, aún convencido de que con las detenciones habría un "avance" en la resolución, no se esperaba que "se diese con el paradero" de este libro con tanta inmediatez.

A lo largo de estos casi 365 días, se barajaron 40 nombres de sospechosos, y antes del arresto de Fernández Castiñeiras el cómputo había bajado a tres. "Hubo que ir eliminando", concretó Vázquez Taín.

De hecho, la imagen de Fernández Castiñeiras captada por las cámaras de la Catedral de Santiago tiene su "intríngulis". Al menos dos centenares de personas aparecían en esta misma cinta, en el entorno del habitáculo en el que se custodiaba esta preciada pieza.

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