Triunfa el rejoneador Juan Manuel Munera en la corrida mixta de Pedro Muñoz

  • El rejoneador Juan Manuel Munera, con dos orejas de su segundo toro, salió hoy triunfador de la corrida mixta celebrada en la localidad ciudadrealeña de Pedro Muñoz, en el que los dos espadas de a pie, Luis Miguel Vázquez y Emilio Huertas, pasearon un trofeo cada uno.

Pedro Muñoz (Ciudad Real), 3 ago.- El rejoneador Juan Manuel Munera, con dos orejas de su segundo toro, salió hoy triunfador de la corrida mixta celebrada en la localidad ciudadrealeña de Pedro Muñoz, en el que los dos espadas de a pie, Luis Miguel Vázquez y Emilio Huertas, pasearon un trofeo cada uno.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Guadalmena, primero y cuarto para rejones, desiguales de presentación, justos de casta y sin clase. Algo mejor el sexto.

El rejoneador Juan Manuel Munera, ovación tras petición y dos orejas.

Luis Miguel Vázquez, oreja y vuelta al ruedo.

Emilio Huertas, oreja y palmas.

La plaza tuvo casi media entrada.

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No sirvió la corrida de Guadalmena lidiada en Pedro Muñoz. Sus ejemplares adolecieron de casta y de calidad en sus embestidas, por lo que poco toreo se pudo disfrutar.

Luis Miguel Vázquez se las vio con un primero en el que lo más lucido llegó en el magnífico recibo a la verónica y la buena media con la que cerró el saludo capotero. En la faena de muleta su oponente topaba y el daimieleño no siempre acertó a evitar el derrote. Abundó en desplantes, pero no en toreo fundamental.

En el quinto de la tarde anduvo más inspirado, sobre todo en el tramo final de faena, en el que consiguió meter los riñones y gustarse algo más, sin llegar a redondear.

Emilio Huertas se las vio con un primero bronco. Su firmeza de plantas fue lo más notable, mientas que su segundo, sexto de la tarde, fue el menos malo de la corrida. En ciudarrealeño anduvo de nuevo asentado pero sin hilvanar tandas redondas, en parte por la falta de chispa del de Guadalmena.

Abrió festejo el rejoneador Juan Manuel Munera, quien logró lo más destacado de su actuación en su segundo, conectando con facilidad con los tendidos tras embroques comprometidos en los que más de una vez sus monturas salieron tropezadas.

Prolongó su quehacer a la hora de matar, lo que le privó de cortar algún trofeo en su primero, con el que anduvo correcto, aunque no así en su segundo.

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