Ven la luz cuatro nuevas joyas de la Biblioteca Clásica de la RAE

Ana Mendoza.

Madrid, 20 abr.- Contar con varios académicos de la Lengua como supuestos "lectores ingenuos" de obras clásicas no es frecuente, pero hoy propició esa ocasión la presentación de cuatro nuevos títulos de la Biblioteca Clásica de la Real Academia Española, entre ellos el "Lazarillo de Tormes" y "la Celestina".

A esas joyas de la literatura española de todos los tiempos se suman otras dos: "La Dorotea", de Lope de Vega, y la "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España", de Bernal Díaz del Castillo.

Dirigida por Francisco Rico y publicada por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, esta biblioteca comenzó a publicarse el pasado junio con la intención de promover la literatura clásica y de hacerlo a la altura de los tiempos, porque, además de cuidadas ediciones en papel, las obras están disponibles en la página web de la Academia con múltiples posibilidades de consulta.

Las títulos que van saliendo se pueden hojear y descargar, y hay también textos especiales para dispositivos, entre ellos las "Coplas a la muerte de su padre", de Jorge Manrique, o el "Don Juan Tenorio", de Zorrilla.

La Biblioteca Clásica contará con 111 volúmenes y, "a corto plazo", saldrá la de bolsillo, con menos notas a pie de página, y, luego, la del Estudiante, que llevará glosarios especiales, explicó hoy Francisco Rico en la presentación, que tuvo lugar en CaixaForum.

En la primera entrega de esta colección vieron la luz "El Cantar de Mio Cid"; los "Milagros de Nuestra Señora", de Berceo; la Gramática sobre la lengua castellana, de Nebrija, y "La vida del Buscón, de Quevedo.

El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, aseguró que los 111 títulos previstos "serán el comienzo de otros muchos".

Rico, por su parte, señaló que para los nuevos cuatro tomos de la colección había buscado "lectores ingenuos", que no fueran estudiosos del Siglo de Oro, aunque en el caso de Darío Villanueva esa "ingenuidad" era dudosa porque es un gran estudioso de la literatura.

En realidad fueron tres "lectores ingenuos" de lujo: Luis Goytisolo dio las claves de la "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España"; Soledad Puértolas acercó las de "La Dorotea"; Villanueva habló del Lazarillo y sobre "La Celestina" hubo un debate.

Bernal Díaz del Castillo, que había sido soldado, se decidió a escribir la "Historia verdadera..." ante la indignación que le produjo la crónica "oficial" de la conquista de México escrita por López de Gómara, "muy embellecedora", contó Goytisolo.

"No es escritor, pero va aprendiendo el oficio a medida que escribe el libro. Es un caso insólito que un soldado consiga transmitir verosimilitud", afirmó el autor de "Antagonía".

Puértolas transmitió su experiencia de "lectora tardía" de "La Dorotea", una obra que fue fruto de la pasión que Lope de Vega sintió por Elena Osorio y escrita en los últimos años de vida de quien fue "el rey de la comedia del Siglo de Oro".

La escritora acaba de hacer una versión al español actual de "La Celestina" y la lectura de la obra de Lope le ha permitido comprobar cómo se fue "modelando" el castellano".

El "Lazarillo de Tormes" se convirtió en "'best seller' paneuropeo" nada más publicarse en 1553, comentó Villanueva al hablar de esta singular obra que "no puede considerarse, por su breve extensión, una novela, pero es el origen de la novela realista".

El mundo que se refleja en ella "es asombroso", señaló Villanueva antes de subrayar que es un libro "de rara modernidad, casi una novela en lenguaje twitter" por las pocas palabras que se emplean para narrar los diferentes episodios.

Para el debate sobre "La Celestina", Francisco Rico le preguntó a algunos de los expertos que han participado en esta edición si lo que había entre Calisto y Melibea "era amor o un encoñe".

"Lo segundo", respondió sin dudarlo Paloma Díaz-Mas. Calisto estaba "intoxicado con la teoría del amor cortés" y creía estar más enamorado de lo que realmente estaba porque "confundía el deseo erótico con un amor idealizado".