"VIP", de Els Joglars, una comedia negra que apunta a los padres "bicho"

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 7 oct.- Ninguno de los miembros de Els Joglars tiene hijos pero "sufren" a los niños "de ahora", "tiranos" ante los que sus padres se arrastran "como bichos", y por eso han querido "denunciar" en su nueva obra, "VIP", una realidad "tan común" que el público, dicen, no pueden hacer otra cosa que darles "la razón".

"VIP", segunda experiencia dramatúrgica del director de Els Joglars, Ramón Fontseré, tras la marcha de Albert Boadella el año pasado, se estrena mañana en el Teatro María Guerrero, tras su estreno mundial en Zaragoza el pasado 18 de septiembre.

Los actores de Els Joglars no pueden ver desde el escenario si los espectadores se "ruborizan" cuando se ven retratados en "VIP" pero sí oyen las risas y luego les felicitan por poner voz a algo que piensan muchos pero que pocos se atreven a decir claro, ha explicado hoy en rueda de prensa Fontseré.

"Un profesor nos ha llegado a decir que imparten muchas conferencias sobre esto, alertando del peligro de no poner límites y hacer del niño el centro del universo, pero que, desde ahora, dejará de darlas para recomendar que vean esta obra porque con eso será suficiente", ha dicho Fontseré, que firma el texto junto a Martina Cabanas.

Es una obra sobre la infancia, la forma actual de educar, dominada por la "sobreprotección y "la abundancia de todo", de forma que "el niño acaba convirtiéndose en un pequeño tirano", en un "vip" -very important person- desde "el momento mismo" de su concepción.

Fontseré, Pilar Sáenz, Xavi Sais, Dolors Tuneu y Xevi Vilá interpretan a una treintena de personajes que igual son niños que adultos, rápidamente identificables estos últimos porque se comportan delante del crío "como bichos, pseudoinsectos que se encogen para estar a su servicio".

Es, dice, una "reflexión" sobre una sociedad actual y sobre el futuro que le espera", pero en absoluto "didáctica" o educativa.

"En comparación con mi época no hay color. Entonces había una cierta rigidez. Es un poco lo de las collejas, el jarabe de palo y ahora el péndulo está en el otro extremo", asegura Fontseré (1956).

Fue una idea de Albert Boadella, cofundador, en 1961, de la compañía, cimentada luego en la observación de los niños por la calle y de sus propios sobrinos, que son, se ríe Fontseré, "como el Katrina -el huracán-, atilas que todo lo invaden mientras sus padres se ríen; un mal sueño que arrasa todo".

Para "VIP" han creado "un lenguaje propio", una liturgia escénica que permite unir la acción "por asociación de sentimientos".

"La primera escena ya marca mucho cómo va a ser la obra y la gente entra muy bien en situación. En Zaragoza se rieron mucho. Las madres nos decían luego 'yo no trato así a mi hijo' y los padres decían 'pues es exactamente así como lo haces'. Generamos cierta controversia", se ríe.

Cabanas precisa que es una obra "austera" con la que pretenden "la asociación de ideas" a través de los gestos, no hacer parodia "porque podría caer en el ridículo", aunque sea "expresionista, grotesca y quizá esperpéntica".

"Seguramente hemos acertado porque muchos se nos acercan para explicarnos sus experiencias", añade.

Dolors Tuneu apunta que la disciplina "no es una torta cada dos por tres... El niño, ese pequeño monstruo, es casi la víctima. Como si la educación fuera solo misión de las escuelas, pero es que, además, a los profesores se les ha coartado mucho. El 'te denuncio', es una amenaza constante de alumnos y padres", lamenta.

"Lo que antes era un hecho natural, que el crío andaba tu camino, ahora se ha transformado en que es niño el que dirige la vida del adulto", agrega.

Para Fontsere, cuya familia, bromea, está "muy unida" porque "solo se ve dos veces al año", es "un problema difícil de resolver" y se necesitaría "un gran pacto de Estado".

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