UNO DE CADA TRES ALUMNOS DE ESO HA AGREDIDO FÍSICAMENTE A OTRO COMPAÑERO

- Recuerdan desde la UOC con motivo del Día Escolar de la No Violencia. Un tercio de los alumnos en España reconoce haber agredido físicamente a otro compañero en los últimos dos meses, uno de cada diez dice haberlo amenazado, el 50% haberlo insultado cara a cara y el 25% afirma que lo ha hecho a través de las redes sociales.
Según recuerdan este miércoles expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) con motivo de la próxima conmemoración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, uno de cada diez alumnos asegura que ha sufrido acoso escolar y uno de cada tres que ha sido insultado por móvil o Internet.
Los datos aparecen en un estudio realizado por Save the Children sobre el acoso y el ciberacoso en España en el que participaron 21.487 alumnos de 12 a 16 años. Para José Ramón Ubieto, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, e Irene Montiel, profesora de Criminología de esta universidad y doctora en Psicología, el acoso escolar se caracteriza por una "relación abusiva" que se produce entre iguales y que suelen "convivir" en el mismo centro escolar.
Las estrategias utilizadas para romper este círculo de igual a igual van desde agresiones físicas directas (golpes o empujones) o indirectas (romper o golpear cosas), hasta agresiones psicológicas verbales (insultos o difusión de rumores), emocionales (chantaje y extorsión) o relacionales (exclusión social).
PROACTIVOS Y REACTIVOS
En su opinión, existen dos tipos básicos de acosadores: el proactivo y el reactivo. El primero actúa por iniciativa propia y "suele tener un comportamiento impulsivo, disruptivo, dominante o antisocial y presenta un modelo relacional basado en la dominancia-sumisión y una escasa empatía y asertividad".
El segundo, en cambio, reacciona de manera agresiva cuando se siente atacado porque no sabe manejar de otra forma la rabia, el enojo o la tristeza. "Presenta un perfil predominantemente ansioso, con baja autoestima y pocas habilidades sociales", agrega Montiel.
En ambos tipos se da un déficit importante en la identificación y la gestión de las emociones propias y externas. Montiel y Ubieto coinciden en señalar que en muchos casos el acosador ha sido víctima de otras situaciones de abuso. "En el fondo se sienten unos frikis, pero hacen un esfuerzo para imputar esta situación a las víctimas y destacan que cuando no son los líderes del acoso, son jóvenes fácilmente influenciables por otros".
En el ciberacoso, el perfil del agresor es el de un chico de entre 14 y 15 años (49%), que se caracteriza por empezar a hacer uso de Internet antes de lo habitual sin mediación de sus padres y por un control familiar muy alto en el resto de aspectos y un autoconcepto emocional bajo.
"El 67% de los ciberacosadores o troles han sido víctimas de ciberacoso", alerta Montiel. "En la mayoría de casos, pues, los jóvenes que presentan comportamientos agresivos en línea necesitan recibir tratamientos adecuados no solo por su comportamiento disruptivo, sino también para la gestión de sus propias experiencias como víctimas", añade la experta.

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