EL HIELO MARINO DE LA ANTÁRTIDA DEPENDE DE UN FENÓMENO CLIMÁTICO DEL PACÍFICO

La reciente tendencia de aumento de la extensión del hielo marino en la Antártida, aparentemente en contradicción con las proyecciones del modelo climático, se debe en gran parte a una fluctuación natural del clima, según un nuevo estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, señala que la fase negativa de la Oscilación del Pacífico Interdecadal (IPO, por sus siglas en inglés), que se caracteriza por temperaturas superficiales del mar más frías de lo normal en el Pacífico oriental tropical, ha creado condiciones favorables para el crecimiento adicional de hielo marino de la Antártida desde 2000.
Esta investigación puede resolver el antiguo misterio de por qué se está expandiendo el hielo marino antártico mientras el cambio climático hace que el planeta se caliente, aunque los autores indican que la superficie helada del mar en la Antártida puede reducirse si el IPO pasa a una fase positiva, es decir, más calor de lo normal en el Pacífico oriental tropical.
“El clima que experimentamos durante cualquier década dada es una combinación de la variabilidad natural y la respuesta del planeta al aumento de gases de efecto invernadero”, apunta Gerald Meehl, autor principal del estudio, quien añade: “Nunca es todo lo uno o lo otro, pero la combinación es lo importante que hay que entender”.
El promedio de cinco días seguidos de hielo marino de la Antártida superó los 20 millones de kilómetros cuadrados el 19 de septiembre de 2014 por primera vez desde 1979, cuando el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés) comenzó a recoger datos vía satélite.
El nuevo estudio indica que el hielo marino alrededor de la Antártida fue creciendo lentamente desde 1979, con una tasa de crecimiento cinco veces superior entre 2000 y 2014, después de que el IPO entrara en una fase fría en 1999, por lo que cuando este fenómeno cambia de fase se produce una reacción en cadena de impactos climáticos que pueden afectar en última instancia a la formación de hielo marino en la parte más inferior del planeta.
Cuando el IPO entra en una fase negativa, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico oriental tropical son algo más frías de lo normal si se miden en una o dos décadas, lo que, a su vez, cambia las precipitaciones en los trópicos, que impulsan cambios a gran escala de los vientos hasta el fondo de la Antártida
"En comparación con el Ártico, el calentamiento global causa sólo una débil pérdida de hielo marino en la Antártida, lo cual es porque el IPO puede tener efectos sustanciales en la Antártida”, apunta Cecilia Bitz, de la Universidad de Washington (Estados Unidos), quien recalca que “no hay una variabilidad natural comparable en el Ártico que compita con el calentamiento global”.
262 SIMULACIONES CLIMÁTICAS
Para probar si estos impactos relacionados con el IPO fueron suficientes para que creciera la extensión del hielo marino observada entre 2000 y 2014, los científicos examinaron primero 262 simulaciones climáticas creadas por diferentes grupos de todo el mundo.
Cuando todas estas simulaciones se promedian, la variabilidad natural se anula. Por ejemplo, las simulaciones con una IPO positiva compensan las de una IPO negativa. Lo que queda es el impacto previsto del cambio climático causado por el hombre: una disminución en la extensión del hielo marino en la Antártida.
Sin embargo, para este estudio los científicos no estaban interesados en la media, puesto que querían encontrar a los miembros individuales que caracterizan correctamente la variabilidad natural entre 2000 y 2014, incluyendo la fase negativa de la IPO. El equipo descubrió 10 simulaciones que cumplieron con los criterios y todas ellas mostraron un aumento en la extensión del hielo marino en la Antártida en todas las estaciones.
Los científicos sospechan que la IPO comenzó a cambiar de fase negativa a positiva en 2014, lo que vaticinaría un periodo de temperaturas más cálidas al este de la superficie del Pacífico, aunque cada año pueden subir o bajar dependiendo de las condiciones de ‘El Niño’ o ‘La Niña’.
“A medida que la IPO pasa a una fase positiva, el incremento de la extensión del hielo marino en la Antártida puede reducirse y quizás comience a mostrar síntomas de retroceso en los próximos 10 años o menos”, concluye Meehl.

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