EL PAPA PIDE APROVECHAR LA CUARESMA PARA “ABRIR LAS PUERTAS A LOS DÉBILES Y LOS POBRES”

El Papa Francisco recuerda a los católicos que “la Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor”.
Esta es una de las recomendaciones que Francisco hace a los fieles en su mensaje para la Cuaresma, periodo de 40 días que la Iglesia celebra desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección, que este año coinciden con el 1 de marzo y el 16 de abril, respectivamente.
“La Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil”, añade el Pontífice en su texto, que utiliza la parábola bíblica de Lázaro y un hombre rico para insistir en que el mensaje cristiano se centra en el acercamiento al prójimo.
En contraposición, subraya, está “la corrupción del pecado” que encarna el rico a través del “amor al dinero, la vanidad y la soberbia”, y recalca que la codicia “es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos”, pues “el dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico”.
“En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz”, insiste Francisco.
Por todo ello, concluye su texto diciendo que “la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo”, y anima a todos los fieles a que manifiesten esta renovación espiritual participando en las campañas de Cuaresma que muchas organizaciones de la Iglesia promueven en distintas partes del mundo “para que aumente la cultura del encuentro en la única familia humana”.
“Oremos unos por otros para que, participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres. Entonces viviremos y daremos un testimonio pleno de la alegría de la Pascua”, finaliza.

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