El Ayuntamiento de Murcia habilita dos nuevas viviendas para la atención integral de víctimas de violencia de género

  • La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia ha aprobado la cesión de dos nuevas viviendas por parte de la Concejalía de Patrimonio a la Concejalía de Derechos Sociales, para permitir la atención integral de mujeres víctimas de violencia de género, según ha hecho saber la portavoz del Equipo de Gobierno, Rebeca Pérez, en la rueda de prensa posterior.
El Ayuntamiento de Murcia habilita dos nuevas viviendas para la atención integral de víctimas de violencia de género
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EUROPA PRESS
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Desde la Concejalía de Derechos Sociales, que dirige Conchita Ruiz, se presta el servicio de atención integral a situaciones de violencia de género del municipio, contando para ello con un equipo multi-profesional especializado en estas intervenciones, coordinado por la jefa de sección e integrado por una psicóloga, una asesora jurídica, cuatro educadoras sociales y una trabajadora social a tiempo parcial.

Estas dos viviendas se suman a las dos que el Ayuntamiento ya tiene para alojamiento de las mujeres y sus hijos e hijas que por necesidad de protección e intervención especializada así lo requieren.

Este recurso está integrado en la red Regional y Nacional de atención a víctimas de violencia de género, la atención se dirige a mujeres del municipio de Murcia y a sus hijos/as menores de edad, que son acogidos con ellas. La procedencia de los casos puede ser también de otros municipios de la región o de otras comunidades autónomas, que por necesidades de protección se derivan a nuestro municipio.

Esta actuación de casas de acogida contempla, entre otros objetivos, emprender con las víctimas un nuevo camino que las recupere y las capacite, dado que no sólo tienen que superar los efectos negativos de las situaciones vividas, además tienen que enfrentarse y superar el desarraigo que supone abandonar su vida anterior, su entorno, domicilio, amistades y familiares, etc., y emprender una nueva vida.

La intervención que se realiza, además de asegurar la protección y la recuperación de las secuelas de la violencia vivida, pretende lograr la independencia emocional, social y económica del agresor, capacitando a las mujeres con las habilidades y herramientas que les permitan desarrollar una vida autónoma.

Este proceso se realiza de forma personalizada, adecuando los recursos e intervenciones a las necesidades de cada mujer y su núcleo familiar.

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