En la concentración se dieron cita el presidente accidental del Cabildo, Aurelio Abreu, y diversos consejeros, así como trabajadores de la Corporación insular, cuyas banderas permanecen a media asta.
Más tarde, Abreu se desplazó hasta la sede del Consulado de Bélgica en Santa Cruz de Tenerife, donde tuvo la oportunidad de conversar con la cónsul Nille van Hellemont, a quien trasladó el pésame del Cabildo.
También firmó en el libro de condolencias, en el que compartió el dolor y la solidaridad de los tinerfeños con el pueblo belga, así como con los familiares y allegados de las víctimas.
En nombre del Cabildo, el presidente accidental deseó una pronta recuperación de los heridos.
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