Crean la asociación El Valor de Ser Libres para atender la situación de "desamparo" de las familias de reclusos

Un grupo de exreclusos, reclusos y familiares y amigos de personas que se encuentran actualmente en prisión han puesto en marcha la asociación El Valor de Ser Libres con la que quieren poner en marcha varios servicios de asistencia a personas que se encuentran en la cárcel pero especialmente a sus familias, que "muchas veces se encuentran en situación de desamparo", según ha explicado en una entrevista con Europa Press el presidente de la nueva organización, David García.

"Muchas veces la persona que está en la cárcel suele ser el cabeza de familia y, claro, es una situación absolutamente traumática para las familias y una situación de angustia permanente para la persona que está en prisión en cuanto a la situación de su familia", ha declarado.

El presidente de El Valor de Ser Libres, que estuvo en prisión preventiva y es abogado, ha puesto de relieve la ausencia "un sistema de reinserción efectivo" que contribuya a que quienes salen de prisión no vuelvan a reincidir, así como de un sistema de asistencia a las familias de los reclusos que se encuentren en situación de vulnerabilidad.

"Desde inscribir a un niño en el Registro Civil, ayudarles con temas de extranjería, gestorías, problemas civiles, administrativos... Que ante cualquier problema que puedan tener se sientan asistidos y amparados por alguien y no solos en una situación de vulnerabilidad", ha explicado García.

Entre las actividades que planea la asociación, además de la asistencia jurídica en asuntos penales y penitenciarios, pretende extender un servicio de apoyo psicológico las familias para "sobrellevar el hecho de que esa persona está en prisión y que no van a poder tenerle cerca durante un tiempo que a veces es indefinido ni tener un trato normal".

"Muchas veces para las familias supone un verdadero luto y en muchos casos desemboca en la ruptura de la familia. Eso es contra lo que nosotros queremos luchar", ha explicado.

Para ello, se han propuesto, en primer lugar, favorecer el contacto entre las familias y sus parientes reclusos para lo cual están promoviendo distintas iniciativas de transporte entre los centros urbanos y las prisiones y planean poner en marcha un programa de ludotecas para aquellos niños demasiado pequeños para vivir la experiencia de "ver a su padre a través de un cristal".

"Los niños de los internos son muchas veces los más vulnerables en esta situación porque, muchas veces no están preparados para, de la noche a la mañana, no poder ni tocar a su padre y verle solo los fines de semana a través de un cristal", ha subrayado.

UN HOGAR ESTABLE PARA LA REINSERCIÓN

Además de la importancia de atender a las familias de las personas que se encuentran en la cárcel, García ha destacado la oportunidad de que el ámbito familiar se convierta en "el conducto para la reinserción" para cuando salgan de la cárcel.

Para ello, contarán con la colaboración de "una empresa muy importante de formación y empleo" que se ha prestado a colaborar para que tanto los reclusos como sus familiares puedan tener acceso a una formación "que les permita buscarse los propios recursos" y "soñar con llevar una vida normal".

"Formación y empleo para que cuando salgan se incorporen a una familia que está estructurada y que, de forma natural, se reconduzca a una situación de normalidad social", ha explicado.

Por eso, cree que la formación a los reclusos puede contribuir también a "generar la motivación de que están haciendo algo que después van a poder aprovechar en el día a día" en lugar de caer en la idea de que "la sociedad es un ente desconocido que les priva de libertad y les aparta de sus familiares".

En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de apoyo psicológico también a los reclusos, especialmente al inicio del internamiento para personas que llegan a la cárcel por primera vez porque "se pasa de todo a nada en un instante" y es difícil "asimilar la situación", y de la importancia de que "tengan referentes" de personas cercanas que han pasado por su situación y han salido adelante. "Hay como una muralla entre las personas que están en centros penitenciales y el resto del mundo", ha advertido.

MEJORAR EL SISTEMA PENITENCIARIO

Según David, uno de los retos que encarará también la asociación será el de mejorar el sistema penitenciario con la ayuda de profesionales del mundo de la justicia y de la sociología, así como psicólogos y otros expertos, porque "hay mucha desilusión" entre los reclusos y "ningún tipo de incentivo" para la reinserción, según ha indicado.

"En España en 2015 teníamos una población reclusa que prácticamente alcanzaba las 70.000 personas con uno de los índices de delincuencia más bajos de Europa. Los reclusos ven que por casi cualquier circunstancia acaban dentro. Hoy en día acabar dentro de prisión en mucho más fácil que hace 20 años y salir de prisión es mucho más complicado", ha denunciado.

A su juicio, esto se debe en parte al "miedo a la prensa" por parte de los juzgados, y a que "se han ido incrementando las penas" porque, desde el punto de vista político, "vende muy bien incrementar penas por delitos".

"Hace veinte años que entrase una persona en la cárcel por una condena que no fuese superior a dos años era muy difícil, hoy sucede todos los días, porque además hay una subjetividad y una discrecionalidad en el poder judicial que cada vez hay más personas que van para dentro, porque hay mucho miedo a las noticias que salen en prensa", ha lamentado.

De hecho, ha señalado que una de las consecuencias de ello es "el exceso en la utilización de la prisión preventiva" sobre la base de un "hipotético riesgo de fuga" que, según ha indicado "en la mayoría de casos es ridículo". A su juicio, lo que está provocando que exista "una cantidad muy alta de personas en prisión preventiva" y que se pueden tirar allí hasta dos años sin estar condenados". "En muchas ocasiones salen absueltos y resulta que su vida ha quedado destrozada o van a juicio y son juicios mediatizados por una situación de cárcel", ha denunciado.