DAVID LÓPEZ, DELEGADO EPISCOPAL DE FUNDACIONES: “HAY QUE PROFESIONALIZAR LA IGLESIA”

El delegado episcopal de Fundaciones del Arzobispado de Madrid, David López Royo, apuesta por “profesionalizar la Iglesia Católica”, al tiempo que se muestra partidario de acabar con su “clericalización” para que los laicos alcancen un papel más relevante en la gestión eclesial, ya que “no podemos ser segundones”.
En su boca estas palabras cobran aún más entidad si se tiene en cuenta que provienen de un laico designado directamente por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, para unificar las diferentes fundaciones dependientes de esta institución y, a su vez, mejorar la visibilidad de su papel en el tejido social.
“La presencia de la Iglesia es el sumatorio de muchas personas; los laicos no podemos ser segundones, sino que tenemos que ser personas con la misma capacidad, por formación o experiencia, que cualquier sacerdote”, explicó López en una entrevista con Servimedia.
Este delegado episcopal tiene también la misión de dar a conocer el trabajo que desempeñan las fundaciones del Arzobispado: “Creo que la Iglesia no comunica bien, comunica bastante mal diría yo”.
López Royo cuenta con experiencia en el periodismo y la comunicación y actualmente preside el Patronato de la Fundación Luca de Tena.
“Los tiempos nos exigen profesionalizar; hay que hacer un servicio que dé respuesta a las necesidades y hacerlo con rigor”, afirmó. Y es que, agregó, “la voluntad” de la Iglesia “no lo soluciona todo”, por lo que, a su juicio, es necesario contar con perfiles profesionales.
En este sentido, entiende la institución católica como “la primera empresa, con diferencia, del país”, de ahí su fijación por mejorar la gestión de sus recursos. Entre sus primeras tareas al frente de las fundaciones del Arzobispado de Madrid está la de instarlas a “ser rigurosas” con “el cumplimiento de los presupuestos”, así como a apostar por la transparencia.
“VISIÓN DE FUTURO”
Carlos Osoro es para David López Royo “una persona de visión de futuro” y “un gran avanzado”, y muestra de ello es que haya optado por un laico “que tenga hijos y esté casado” para encomendarle la Delegación Episcopal de Fundaciones. “Son puestos que en la Iglesia siempre han estado reservados para el mundo eclesiástico”, señaló.
“El arzobispo es un hombre que toca tierra”, dijo el delegado de Fundaciones, que recordó cómo en uno de sus primeros encuentros con Osoro, éste les dijo que había que rebajar la clericalización de la Iglesia.
Por el momento, López Royo asume que, al margen del reto de la comunicación, debe ampliar el trabajo de las fundaciones de Madrid con otras entidades que no tengan por qué ser religiosas, ya que “el futuro de la acción social pasa por tener proyectos conjuntos; y en esto sí que tenemos que tener la suficiente generosidad”.

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