Se trata de una proposición no de ley que fue presentada en la Cámara Baja a principios del mes de febrero por los componentes de la formación republicana catalana en el Congreso.
En ella reclaman que se haga especial hincapié en la adecuación de los caudales fijados para el tramo final del río Ebro y su Delta, de acuerdo con la propuesta de caudales de la Comisión para la Sostenibilidad de las Tierras del Ebro, y de acuerdo con los requerimientos de caudales y la aportación de sedimentos establecidos en el Plan Hidrológico Nacional.
Además, lamentan las "vergonzosas formas" empleadas por el Gobierno en funciones a la hora de ponerlo en marcha, a pesar de que el PHE tiene "trascendencia social y medioambiental".
UNA INICIATIVA CONTRA EL TERRITORIO
Así, advierten en su iniciativa de que el PHE se ha llevado a cabo "contra todo un territorio" y contra la mayor parte de los partidos con representación en el Parlament.
Xavier Ertija, portavoz de medioambiente de ERC en el Congreso, ha alertado de que el nuevo PHE no sólo afecta al caudal final del Ebro y al Delta, sino que influye en casi la mitad de las cuencas de Cataluña.
"Debería haber un modelo de gestión integral de las cuencas", ha solicitado, incidiendo en que falta cambiar el modelo y garantizar los caudales que se hicieron a través de la ciudadanía.
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